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A mi Entender

Elpidio Sosa, moncadista por siempre

Elpidio Sosa, moncadista por siempre

 Por Bárbara Fortes y Margarita Cabrera 

En el grupo de revolucionarios  que en la madrugada del 26 de Julio de 1953 asaltó el cuartel Moncada comandado por Fidel se encontraba el joven Elpidio Sosa González  de 24 años de edad, pelo negro y ondulado, usaba gruesos espejuelos y le llamaban cariñosamente  Sosita.Hijo de campesinos, nació el 4 de marzo de 1929, en la finca Angelita, perteneciente al actual municipio de Quemado de Guines.

 A los 14 años su familia se traslada a Sagua la Grande, donde las oportunidades de superarse eran indudablemente mucho mejores que en el campo.En la ciudad saguera Elpidio cursó  estudios correspondientes  la primaria superior y logró alcanzar el octavo grado.Ya por estos años era un lector infatigable, sobre todo de los temas que trataban acerca  de la explotación de los trabajadores y  la discriminación racial.

Joven tranquilo, callado, con ansias de superación que se frustraron al terminar sus estudios de primaria superior por las dificultades económicas que atravesaba su familia. Fue chofer de un tío  que era vendedor de una popular firma comercial de la época.

Unos años  después Elpidio Sosa y sus familiares van a vivir a La Habana donde labora como dependiente del bar Oriente, situado en la cuchilla que forman  las calles de Neptuno, San Miguel y Consulado.

En las filas del Partido Ortodoxo conoció al joven abogado  Fidel Castro a Abel Santamaría, Jesús Montané y otros jóvenes. Sus ansias de libertad las ratificó con estas palabras… Soy un hombre que quiere luchar, yo quiero participar en la historia….

.La confianza que Fidel y demás dirigentes del movimiento tenían en Elpidio se evidencia en el hecho que fue él uno de los pocos que conocía el verdadero objetivo de la acción.Por tal motivo viajó el 14 de julio a Santiago de Cuba, junto a Abel Santamaría y Ernesto Tizol, para alquilar la granjita Siboney muy próxima a esa ciudad

A su familia le dijo que viajaría a Pinar del Río con Fidel y otros compañeros con la finalidad de pasar unos días en una finca arrocera .Solo con un hermano se franqueó y le dijo ..Voy a la muerte tengo la seguridad de que voy a morir, pero la causa que defendemos no admite demoras Estoy enfermo de asco desde que se encaramó  en el poder el tirano.No puedo ni quiero hablar de esto...lo que hay que hacer se hará...Yo seguramente  no podré verlo pero surgirá una Cuba nueva, limpia y diferente.

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