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Los abuelos y la Covid 19

Los abuelos y la Covid 19

Bárbara Fortes

Los ancianos viven como consecuencia de la  Covid-19 un aislamiento físico y social. En el seno familiar y comunitario queda mucho por hacer para ayudar a este segmento poblacional, ante esta horrible pandemia.

Sagua la Grande es uno de los municipios más envejecidos de Villa Clara.El programa de atención al adulto mayor, una vez se restablezca la normal situación sanitaria reanudará sus actividades en las Casas de Abuelo del municipio,que contribuyen a la socialización de las personas de la tercera edad, allí reciben alimentación adecuada y actividades recreativas así como  los círculos de abuelos espacio para la realización de actividades físicas, supervisadas por el personal de salud y especialistas del INDER.

Un ejemplo de abuelos felices son los sagüeros unidos en la vida, Isabel Viera de 80 años y Horacio David de 85 años, por su edad, padecen de hipertensión arterial y se contagiaron con la Covid 19 causada por el SARS-CoV-2, fueron atendidos en el Hospital de la cabecera municipal. Ya por suerte están bien,

Al preguntarles si el familiar que los atiende los trata con respeto y cariño, aunque está también sufriendo del aislamiento... Con una amplia sonrisa, responde el abuelo Horacio, que tienen un nieto maravilloso que vive con ellos, y la hija es muy preocupada.

El como informático siempre está buscando la comunicación con las nuevas tecnologías para  el contacto conla familia, por suerte, no sufrimos de soledad.

Comenta Isabel que realiza las actividades de rutina en la casa, ven la TV  y están en relación directa con el médico del consultorio para el control y seguimiento.


---LA PANDEMIA Y SU IMPACTO SICOLÓGICO EN EL ADULTO MAYOR

Desde el punto de vista psicológico, los adultos mayores pueden experimentar alteraciones, tales como sentimientos de soledad y depresión,que dan al traste con la aparición de trastornos psicoafectivos. La reducción de la estimulación cognitiva, que viene de la socialización y la interacción con el mundo en general, puede empeorar los síntomas afectivos, cognitivos y conductuales de la demencia. Un largo encierro puede llegar a provocar desorientación e incluso delirio.

En aislamiento, afloran signos de autoabandono, apatía, que muchas veces conllevan a limitar la higiene personal, comer y limpiar el hogar, muestra de desmotivación y depresión. También la preocupación excesiva por todo lo que sucede, es una manifestación de ansiedad, que en estos momentos la familia debe tener en cuenta.

La falta de ejercicios puede conducir al desacondicionamiento, con debilidad y posteriormente caídas.

La situación creada por la pandemia, puede acarrear nuevos problemas, desde el ámbito social para este grupo poblacional: dificultad para la obtención de alimentos y medicamentos; así como son menores las opciones de entretenimiento.


DE INTERES

Entre las personas mayores que han fallecido por COVID-19 en Cuba, el 56% padecía de hipertensión como enfermedad subyacente, el 47% tenía más de tres enfermedades crónicas y el 37% tenía diabetes mellitus.

El envejecimiento demográfico y sus impactos constituye un proceso estratégico para la sociedad cubana. En la actualidad, el 19 % de la población en nuestro país clasifica como adulto mayor. Se prevé que en el 2025 sea el 26 % y para el 2050,

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