Albarrán ilustre hijo de Sagua
Sagua no presume de sus cualidades, ni quiere causar impresión de su
grandeza, simplemente es grande y a hilvanar la rica historia contribuyó una
de las figuras de las ciencias más sobresalientes de todo el mundo en la
especialidad de Urología a fines del siglo XIX y principios del XX, el Doctor
Joaquín Albarrán y Domínguez, quien nació en La Villa del Undoso el 9 de
mayo de 1860.
El sagüero Alba con solo nueve años, emigró a España, pero Francia acunó
sus estudios relevantes en el campo de la Urología, país al que arribó en
1878.
En aquel entonces la capital francesa estaba en la cúspide de las
investigaciones médicas. No por casualidad su libro “Exploración de las
funciones renales”, editado en 1905, acaparó la atención de los estudiosos
de esa época. Prominente, por ser nominado al Premio Nobel en Medicina, en
1912.Los conocimientos aplicados por el eminente saguero a la Medicina lo
convirtieron en el más completo de los urólogos modernos.
Entre los aportes más relevantes de Albarrán figuran Enfermedades quirúrgicas del riñón y la uretra (1899), Exploración de las funciones renales (1905) y Medicina operatoria de las vías urinarias (1909). Todavía se reconoce por el enfoque integral acerca del funcionamiento de los riñones y la aplicación de diversas técnicas analíticas e instrumentos para el exámen urológico y nefrológico, como la llamada “Uñuela de Albarrán”, que presentó a la Academia de Medicina de la Universidad de París.
El Gobierno francés lo honró con la condición de Oficial de la Legión de Honor
en 1907, pero el amor por la tierra que lo vio nacer quedó patentizado al
escribir en una revista de la época: "Si los azares de la vida me han hecho
adoptar por Patria a la gran nación francesa, nunca olvido que soy cubano y
siempre tenderán mis esfuerzos a hacerme digno de la Patria en que nací".
Esta sentida declaración aparece grabada en el pedestal de la estatua que
en el parque que lleva su nombre, en Sagua la Grande, su pueblo natal.
A pesar de haber vivido gran parte de su vida en otras tierras, sentía un
inmenso amor por su Patria, e hizo importantes donaciones al movimiento
independentista cubano, a la vez que prestó ayuda a los médicos cubanos que cursaban estudios en París.
En el Museo Histórico municipal José Luis Robau, de La Villa del Undoso se
atesora la Medalla de Oro en Cirugía de los Hospitales , otorgada a Albarrán
en París, en el año 1888, nunca entregado con anterioridad a un extranjero.
El hijo ilustre de La Villa del Undoso tuvo una extraordinaria contribución al
desarrollo de la Urología en Cuba, una de las razones por las que el Hospital
Clínico Quirúrgico de La Habana lleva su nombre, desde antes de la
Revolución. La vieja institución de salud se convirtió en el Instituto de Nefrología, primero del país en la realización de trasplantes renales, que
salvan a cientos de personas y a lo cual contribuyó on sus aportes el prodigioso sagüero Joaquín Albarrán y Domínguez.
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