A buen ritmo constructivo Planta Cloro Sosa de Sagua la Grande

Cuando concluya la obra de suma importancia para el país, la industria reportará beneficios medioambientales, tecnológicos y económicos.

La parte civil —que comprende la cimentación de vías internas y el sistema de drenaje— está a punto de concluir en esa industria vital para el país, donde laboran brigadas de La Habana, Camagüey, Holguín y Villa Clara.

A un 85 % de ejecución avanza la nueva Planta Cloro Sosa perteneciente a la Empresa Electroquímica del municipio villaclareño de Sagua la Grande. 

Según informó el especialista en inversiones Richard Hernández Herrera, está casi terminada la parte civil —sistema de drenaje y cimentación de viales internos—, y se procede al montaje de la subestación eléctrica.

En la nueva Planta de Cloro Sosa se acomete la instalación de la subestación eléctrica ubicada en el edificio que ocupará también el centro de control de motores y otras áreas desde donde se monitoreará la producción. (Foto: Arelys María Echevarría Rodríguez)

En tanto, la ubicación de tuberías aéreas plásticas y de acero inoxidable, el cableado eléctrico, y el sistema contra incendios, se encuentra al 98 % de realización.

Concluyó, además, el levantamiento del edificio de dos plantas —considerado el corazón de la fábrica—, donde irá el centro de control de motores, el cuarto de baterías, la sala de manejo de la climatización, a los que se añadirán dos transformadores y un grupo electrógeno. Asimismo, acondicionan el segundo nivel destinado al Laboratorio, la Sala de Control y oficinas.

Aun cuando los avances son palpables, Hernández Herrera expresó que la fecha de entrega de la obra, prevista en un primer momento para finales de junio, fue reprogramada, pues su puesta en marcha exige la realización previa de distintas pruebas, entre ellas, la de hermeticidad del sistema de tuberías, apto para  soportar el paso de ácidos y vapores a altas temperaturas.

Cuando concluya la nueva Planta Cloro Sosa, la industria reportará beneficios medioambientales, tecnológicos y económicos, al sustituir el mercurio altamente contaminante por celdas de mem­­branas usadas en el proceso de electrólisis de la sal, además de ahorrar anualmente unos 10 GW de electricidad.