Despaigne paró la fiesta
Avileños y granmenses regalaron a todos un entretenido pulso que necesitó una escena extra y espectacular «patada» del estelar Alfredo Despaigne para definir el triunfo de los Alazanes.
Quienes repletaron el José Ramón Cepero de esta ciudad para presenciar un emocionante juego, regresaron a casa satisfechos. Aquellos que siguieron por televisión cada jugada del duelo entre Tigres y Alazanes durmieron complacidos. Avileños y granmenses regalaron a todos un entretenido pulso que necesitó una escena extra y espectacular “patada” del estelar Alfredo Despaigne para definir el triunfo con el que los Alazanes comenzaron su asedio al trono.
Después de un arranque tranquilo para ambos bandos, el enmascarado Osvaldo Vázquez puso a funcionar la pizarra castigando con fiereza un lanzamiento del refuerzo tunero Yoelkis Cruz, que no paró hasta superar una valla colocada en el jardín izquierdo.
Al siguiente disparo, el también adquirido pinareño Donal Duarte sopló un cohetazo a la pradera central, ancló en tercera después que el receptor Frank Camilo Morejón errara al intentar abortar un robo a la intermedia con visos de malograda jugada de corrido y bateo, y pisó home empujado por imparable del experimentado Yorelvis Charles.
No pocos pensamos que con el hit de Yorbis Borroto terminaría la confianza de Carlos Martí en su abridor, pero el avezado estratega se armó de paciencia y su hombre respondió. Después de permitir la tercera anotación local con una rolata al cuadro que no alcanzó para la doble matanza, se las arregló para colgar cero tras cero, hasta casi completar las siete entradas de actuación.
Mucho más dominante —salvo puntuales complicaciones— se presentó en la otra trinchera el también diestro Vladimir García, quien llegaba al partido con balance de 5-0 frente a los granmenses en postemporadas. El as de la rotación avileña terminó el séptimo inning con apenas un hit en su cuenta, y tal vez por eso Roger Machado le permitió abrir el siguiente episodio. En este caso, la confianza fue contraproducente, porque después de abrir con boleto al emergente Osvaldo Abreu, Manduley le estropeó la posible lechada con doblete impulsor.
Al rescate vino el jovencito vueltabajero Raydel Martínez y sus ponches a Despaigne y Guillermo Avilés —expulsado por protestar el conteo del principal— terminaron la entrada, pero entre ellos un oportuno cañonazo de Carlos Benítez había salvado a los suyos del naufragio y a la postre forzó el alargue.
Consciente de la importancia de comenzar ganando fuera de casa, Martí corrigió el plan y encomendó a Miguel Lahera el tramo final del partido. En trances como estos, un jonrón o una pifia suelen romper el equilibrio y ahora no fue la excepción. Después de dos ponches en sus turnos anteriores, el slugger granmense volvió a tirar del carro como mejor sabe, con el batazo que de él siempre se espera.
«Los árbitros siguen teniendo la zona de strike demasiado amplia y son los jugadores quienes deben decidir los partidos. No me gustó el conteo y tal vez eso me motivó en el siguiente turno para buscar una buena conexión. Aproveché un lanzamiento alto y afuera, logré el batazo que decidió el partido», declaró en la conferencia de prensa Despaigne, quien sigue teniendo un gran peso en el trote de los Alazanes.
Ahora, los vigentes monarcas salen obligados hoy a buscar el triunfo que les lleve hasta Bayamo sin mayores preocupaciones. El mánager granmense confirmó en la conferencia de prensa posterior que mantiene inamovible su plan, y será hoy Noelvis Entenza su elección para asumir la segunda apertura, mientras que Roger, también fiel a su estrategia inicial, ratificó al pinareño Vladimir Baños como el encargado de emparejar la serie.
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