Por Ricardo R. González
A propósito del Festival Humor sin sombrero rinde homenaje a la figura de Chaflán quisiera compartir con ustedes esta entrevista exclusiva que le hice en junio de 1990 en el aniversario de Educación para la salud, una sección que escribía para el periódico de mi ciudad. Recuerdo que lo llamé por teléfono, y me dijo «Por día y hora». A él, esté donde esté, mi eterno agradecimiento.
El invitado no viene a hablar de enfermedades, y promete un diálogo SIN SOMBRERO que nos adentre en sus experiencias y ofrezca algunos consejos para permanecer siempre jóvenes, a pesar de que declara «estar muy usado»… Como la sección tampoco quiere envejecer, lanzo la primera estocada al caballero de la risa.
«Mira —subraya— abrazar la vida no es para contar años, si no para aprovechar, justamente, el tiempo que hemos vivido».
Y esta concepción, que no tiene nada que ver con Shakespeare y sí con la filosofía «claflaniana» ¿es un puro retrato?
«Completamente, soy un hombre que siempre he tenido algo que hacer, y cuando no, lo busco. Me considero profundamente optimista. Y fíjate si es así, que siendo muchacho asistía a un juego de pelota, y aunque mi equipo estuviera perdiendo —oye eso— 17 carreras por 2, me quedaba en el estadio hasta última hora con la esperanza de una victoria»
Muchos piensan que el Argelio García de la escena es el mismo que transita por las calles o aquel que cumple sus deberes ciudadanos ¿Hasta qué punto hay identidad entre uno y otro?
«Chaflán se siente más gente que artista. No tengo la imagen del cómico fuera de las tablas, esta la he ganado a fuerza de trabajo diario porque no he querido ser nunca el eterno artista ni creerme superestrella. Veo la riqueza y la importancia de cualquier oficio y profesión, y las respeto porque la inteligencia de una persona va por dentro… Un barrendero puede ser una eminencia al igual que el más destacado de los letrados o de los hombres de ciencia».
Sin embargo, el humor ha influido en Usted…
«Es cierto, aunque no tanto como yo en la gente, a la que me satisface verla y oírla reír desde el escenario como regalo más preciado que pueda recibir».
Y vale aquello de que en el hogar de Chaflán es todo rebambaramba…
«!Quien dice eso!.Me satisface tener una familia armónica con un matrimonio de 37 años. Mi esposa Nini y yo hemos insistido en la formación de nuestros hijos, en crearles responsabilidades… Eso que dicen que la casa de un artista es como «el desastre», por favor, no lo tomen como serio, aunque de vez en cuando pueden existir discusiones normales como en cualquier hogar».
Argelio García ha tenido que enfrentarse a dificultades y preocupaciones comunes a todos. En ocasiones ha asistido con ellas al teatro o al cabare, y una vez en escena tan parece que no sucede nada. ¿Cómo logra el artista vencer el dilema humano?
«Los problemas personales, por difíciles que sean, hay que dejarlos en la casa. En nuestro caso es como un dispositivo automático, una vez que te enfrentas al público se te olvida todo, siempre que haya vocación y respeto por quienes te van a ver».
Y de las personas amargadas ¿qué me dice…
«Te digo honestamente que compadezco a quienes conviven con las mismas. Por mucho que las aconseje parece que te están escuchando, pero vuelven a caer en su ciclo… Recuerdo que tenía un amigo llamado domingocon estas características, y una vez le dije a un conocido: «Chico, quién le puso Domingo jamás ha visto un lunes».
A Chaflán no le molesta confesar que el próximo 16 de julio cumplirá 65 «abriles», que se siente muy bien de salud, con un estado anímico excelente, a pesar de la intervención quirúrgica a que fuera sometido meses atrás, y que detesta la ansiedad, o estar un fin de semana sin hacer nada. Por ello le pido su consejo para los jóvenes…
«Esa edad es como estar en un ring de boxeo. Cada batalla hay que ganarla round por round, golpe por golpe, y sentirse vencedor por sacrificio propio. Estudiar constantemente, no dejarse amilanar por contratiempos, reciprocar a los padres, seleccionar y atender bien a las esposas porque cuando se contrae matrimonio se adquiere una responsabilidad mayor que rebasa el simple placer».
Y como todo ha transcurrido SIN SOMBRERO le pido que se lo ponga…Medita y sale con una de las suyas…
«Hay esposas muy exigentes y la mía me notificó el otro día…Chaflán ya tú no me hablas como antes… Claro hija —le dije— cómo va a ser igual si ahora tengo dientes postizos. Entonces me contestó…«pero tú prometiste que me ibas a querer toda la vida…»
¿Y cuál fue la respuesta?
Bueno…lo que nunca pensé que fueras a durar tanto».
Pregunto sobre las recetas que tiene para no envejecer espiritualmente quien es considerado el entretenimiento humorístico del turista en muchas partes del mundo a través de discos y cassettes que pasan de mano en mano…
Pienso que el optimismo ante la vida resulta fundamental, saberle encontrar sus aristas, aunque parezca que el mundo se viene encima. Tener seguridad en si mismo, y la justa valoración y apoyo a los semejantes, a pesar de que en ocasiones falten muchos elementos para que el ventilador de vueltas, el refrigerador enfríe, o la llave penetre en el llavín.
Y todo eso lo aconseja Chaflán de corazón, y SIN SOMBRERO.
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