El nuevo carnet de identidad mira al futuro de la sociedad cubana
Al ritmo de un tranvía o tan veloz como una nube. A la velocidad de un camión con piedras en las ruedas o tan rápido como la luz. Depende la apreciación de la perspectiva e interés de cada quien. Algo, sin embargo, es ciento por ciento seguro: la sociedad de Cuba se parece poco a la de, pongamos por caso finales del siglo XX, transformada como ha sido por estrategias y disposiciones propias, y también por realidades circundantes globalizadas.
Ahí están la irrupción de los cajeros automáticos, la digitalización de la telefonía en general y el aumento de la densidad de la telefonía celular en particular, la disponibilidad de Internet y correos electrónicos, el acceso a información por medio de dispositivos portátiles de diferentes tecnologías, las posibilidades de vender, comprar, regalar viviendas y autos, el otorgamiento de créditos y otras facilidades que modificaron la actividad bancaria, las nuevas formas de gestión de la economía, que introdujeron nuevos actores, normas y gestiones financieras…
Estas y otras muchas más modificaciones, no exentas de fallas y limitaciones, materiales y no, transfiguraron la Cuba de 1997, más de un año después de la conexión del país, cuando tenía apenas 7 500 usuarios de Internet, en esta de hoy, que supera el millón de computadores y la cifra de 2 millones de personas con acceso al servicio de la red de redes, por citar apenas una diferencia.
Y a ese maremágnum de cambios, acaba de insertarse un documento de identidad personal “… más moderno, confiable y resistente” que sus predecesores y, “… con muchas más utilidades que simplemente para la investigación policial”, asegura el Mayor del Ministerio del Interior Alejandro Diéguez Montesino, jefe del Centro de Personalización de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería (DIIE).
Es este el único centro de su tipo en Cuba, asentado en La Habana, cuya gestión está automatizada desde 2012, responsabilizado y capacitado con la confección y emisión de cada uno de los nuevos carnet de identidad, según el propio Diéguez Montesino, que tuvo a bien recibir a un equipo de Cubadebate para tratar acerca del proceso iniciado el 29 de octubre último por el municipio capitalino Habana del Este.
La centralización, según una explicación de Alejandro Diéguez Montesinos, se debe a la necesidad de dotar de seguridad el proceso y, también, a la disponibilidad técnica y material.
El nuevo documento tiene un formato (86×54 milímetros) acorde con las exigencias de las normas de calidad internacional. En el anverso visibiliza el número de identidad permanente, nombre y apellidos, sexo, fecha de nacimiento, registro civil, folio, tomo, año de asentamiento, la foto y firma del titular. Y en el reverso la dirección de residencia, las zonas de lectura mecánica y el número de serie del documento impreso.
“Hoy podemos hacer 3000 en 12 horas, lo cual es suficiente para la demanda existente, porque debemos precisar que este es un proceso paulatino, que comienza con el cambio de los documentos en mal estado. De todas maneras, si aumenta la demanda, podemos responder sin dificultades. Ya estamos organizados y preparados para trabajar durante las 24 horas. Además, nuestro centro se fortalecerá con más tecnología en un futuro inmediato”, asegura el Mayor.
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