¿Un hombre salvavidas o que salva vidas?
Recuerdo una frase muy hermosa de nuestro Apóstol José Martí: "No hay más nobleza que la que el hombre con sus hechos logra”. Donar sangre es una manera de demostrar la nobleza del ser humano.
Uno de los que sabe que con su brazo extendido puede salvar vidas es el sagüero Rogelio Martínez Rodríguez, quien con 17 años respondió al llamado para donar su sangre destinada a salvar la vida de uno de los compañeros donde pasaba su Servicio Militar General.
Rápidamente fui para el policlínico y al llegar sentí un poco de temor. No quería nada a cambio, solo la recompensa de ayudar a salvar una vida de un compañero.
Así inició el bregar por los caminos del altruismo este hombre que cada 3 meses extiende su brazo y en gesto solidario ofrece el vital líquido.
Lo hace en las jornadas voluntarias convocadas de conjunto por la dirección de Salud en Sagua y por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), o ante casos de accidentes de tránsito y fenómenos atmosféricos.
Martínez Rodríguez está activo junto a sus compañeros de la Empresa Productora de Alimentos de Sagua la Grande donde labora como maestro panadero.
Dice sentirse feliz, pues ostenta hace años el sello de donante destacado que otorgan los CDR al acumular 134 donaciones voluntarias.
Además está muy contento porque recibió en su cuadra un diploma de reconocimiento por el destacado aporte.
“Desde que realicé mi primera donación, en 1982, han pasado muchos años ya, en aquella ocasión lo hice pero no sabía de cumplía con un llamado humanitario y estoy convencido de que donar sangre es un gesto muy humano”.
"Algunas personas sienten miedo, por el contrario les digo que no teman, nunca se ha afectado mi salud por donar mi sangre”
Rogelio Martínez Rodríguez es un ejemplo de tantos miles de hombres y mujeres que contribuyen a que en Cuba no se apaguen vidas humanas.
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