El mural del Ché en Sagua la Grande
Un mural embellece la escuela primaria Manolo Garrido en Sagua la Grande. Cada visitante se detiene a observarlo. Desde 1987 devino en espacio imprescindible, entre trazos y colores están reflejadas facetas de la vida del inolvidable Ché Guevara.
Por aquellos años, la escuela primaria se convertía en horario nocturno en sede de la Facultad Obrero Campesina. Su director Rogelio Nieto Sánchez, licenciado en Biología y devenido diseñador gráfico y rotulista, tuvo la feliz iniciativa de plasmar esta pintura mural que abarca unos dos metros y medio de alto y 8 metros de largo.
Entre pinceles, pintura y un boceto, lo encontré para embellecer ese espacio al que los pioneros consideran su rinconcito guevariano. Allí reciben la pañoleta roja o azul, y con emoción se les puede escuchar a viva voz el lema de su organización: "Seremos como el Ché".
Una de las maestras de tercer grado, Caridad Valera Eiras, recuerda cuando comenzaba Nieto a diseñarlo. Es un privilegio del centro porque es el lugar escogido para explicar a los alumnos cuando corresponde las lecciones de Historia de Cuba acerca de la obra del Guerrillero Heroico.
En esta fecha, el agradecimiento a este hombre, de verbo elocuente, con andar apresurado, que lleva a cuestas 77 años, pero que la edad no lo aleja de su cotidiano bregar. Mantiene la misma vitalidad de siempre para recrear la historia de hombres como el Ché, para dejarla de legado a la posteridad.
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