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A mi Entender

Carlos Gonzalvo conversó con Cubasí sobre el humor con sentido sin perder el sentido del humor...

Carlos Gonzalvo conversó con Cubasí sobre el humor con sentido sin perder el sentido del humor...

 Sabe ponerse serio y hablar claro, con razón y gracia, dos virtudes que no siempre coinciden. Carlos Gonzalvo conversó con Cubasí sobre el humor con sentido sin perder el sentido del humor...


Nada que ver con el nombre que escogió para su personaje más popular, el hombre sabe ponerse serio y hablar claro, con razón y gracia, dos virtudes que no siempre coinciden. Carlos Gonzalvo conversó con Cubasí sobre el humor con sentido sin perder el sentido del humor (valga la redundancia).

¿Es posible hacer un humor crítico, serio y de buen gusto al mismo tiempo en la televisión cubana?

“Claro que se puede y yo creo sin falsas modestias, que tuvimos la suerte y digo tuvimos porque no era yo solo, éramos un equipo de gente escribiendo, trabajando, pero yo creo que sobre todo la sección de Telepío, donde estaba el profesor Mentepollo lo demostró durante nueve años y creo que también abrió pautas en la televisión, creo que hoy en Vivir del cuento, por ejemplo, Pánfilo dice las cosas que dice porque hubo un Mentepollo que abrió el camino y que demostró que sí se puede hacer humor con todo el respeto que merecen la sociedad y las instituciones cubanas, pero poniendo el dedo en la llaga sobre las cosas que deben mejorar. "


“Yo siempre he dicho que el humor no ofrece soluciones, las soluciones están en otra parte, pero sí puede hacer reflexionar y hacer pensar, llamar la atención sobre determinados problemas.”

¿Por qué escasea el buen humor en la televisión cubana?

Pienso que la televisión debe velar también por la calidad de los guiones que aprueba y los programas que salen al aire y toda esa cantidad de dinero que a veces se gasta en un proyecto que cuando sale no es para nada del gusto popular.


“Hay proyectos que nacen y comienzan a dar bandazos y consiguen un gusto medio, hasta que logran perfeccionarse, pero hay otros que desde que nacen no tienen ningún futuro, entonces es como ir agobiando a la gente y el público te lo dice en la calle, a mí me dan queja de cuanto programa humorístico pone la televisión y yo no tengo nada que ver con eso, pero me sirve para darme cuenta del criterio popular que en general es bueno, el público cubano tiene un buen criterio del humor.”

¿Es cierto aquello de que “el cubano siempre se ríe de sus problemas”…?


“En el caso del humor cubano si vamos a los inicios, desde el bufo, encontramos que ha sido algo parecido a lo que sucede ahora, siempre fue muy directo, no por gusto José Martí en su época escribió que el humor era como un látigo, pero con cascabeles en la punta, o sea, creo que eso hay que mantenerlo y desde los bufos el humor cubano ha sido muy directo, muy crítico con la sociedad, con determinadas coyunturas políticas, así lo hizo el Alhambra, que fue como un cañón para criticar el sistema que vivía Cuba en ese momento en el que era todo un desastre, de modo que pienso que es un problema de idiosincrasia.


“Ahí está el período especial, que yo creo que las memorias más interesantes que se pueden escribir sobre el humor callejero, el humor popular, se escribían en el período especial donde la gente estaba pasando una necesidad tremenda y la gente se reía de sus problemas, esos chistes uno los oye y dice “¿seremos masoquistas?”, pero yo creo no se trata de eso, es un tema de idiosincrasia, el cubano es así, el cubano tiene el agua al cuello y siempre aparece alguien que te hace un chiste sobre eso y tú te ríes, sin embargo...”
Sin embargo…

“… no justifico que por eso se emprenda nada más con las coyunturas sociales, los problemas que enfrenta el cubano, las limitaciones, el modo en que vive y no dejo de reconocer que mucha gente recurre a eso como un modo fácil de hacer reír a la gente y pienso que lo que siempre tiene que estar presente en tu propuesta es una obra de arte. Un humorista, a menos que seas un negociante del humor, que te dediques nada más a ganar dinero a partir de los chistes sin importarte más nada, si de verdad eres un creador, lo mismo haciendo el humor más blanco del mundo, que la crítica más dura, tiene que verse una elaboración en tu trabajo y que sea una obra de arte lo que tú estés brindando y sí es verdad que hay mucho facilismo en cuanto al fenómeno político, económico.

“Todos esos temas se pueden tocar, porque tenemos el derecho de hacer arte y el arte no puede tener limitaciones, el arte es una tribuna, siempre lo ha sido, pero estamos hablando del arte, no del facilismo que cae en la crítica burda o en la grosería y la agresividad, algo que sí se está viendo mucho en el humor de estos días. Por eso es que el Centro está trabajando para preparar cada vez más a los humoristas cubanos.”

De hecho, la recién finalizada edición del Aquelarre fue uno de esos esfuerzos. ¿Nos comentas?

“El Centro promotor del humor se supone que agrupe a los humoristas que se dediquen a las artes escénicas en el sentido de hacer humor de cámara, es decir, de teatro que debe ser un humor más elaborado, con propuestas escénicas y de guión más complejas. Precisamente el Aquelarre es el evento más importante del año y todo el mundo trae lo que ha hecho durante ese período de tiempo y se ha ido enriqueciendo lo que es la parte teórica para preparar mejor a los humoristas que la gran mayoría no son actores de academia, o con una formación en el teatro cubano, son gente con talento, pero que salen de las universidades, entonces esto también les va dando un bagaje cultural, yo pienso que el bagaje cultural que tiene que tener un humorista no tiene nada que ver con el título o el nivel de escolaridad que tú tengas, es otra cosa más amplia y es lo que te permite hacer un amor más elaborado.

“Este fue un Aquelarre muy especial, con el que se ha soñado durante mucho tiempo, porque todos los grupos participaron con un espectáculo completo para el teatro, por lo cual habíamos abogado mucho, porque esa es la razón de ser del Centro.”

Hace cerca de cinco años, mientras el Profesor Mentepollo estaba “a la vanguardia” de la crítica en la televisión cubana, Carlos Gonzalvo (él mismo) se incorporaba a la Brigada artística Martha Machado para acompañar a sus compatriotas en días muy duros luego del paso de los huracanes Gustav, Ike y Paloma. ¿Una contradicción?


“No. Es muy sencillo, el compromiso que yo tengo con este país y con esta sociedad y que tenemos los artistas cubanos, puede ser muy evidente en esta experiencia de la Brigada que no ha terminado, todavía estamos ahí, que estuvimos en la Isla de la Juventud, que después nos fuimos a Haití cuando sucedió el terremoto, eso puede ser muy evidente, pero Mentepollo criticando a la sociedad cubana es parte de ese mismo compromiso que uno tiene con nuestra sociedad, para mí es lo mismo, todo parte de ese mismo compromiso.”

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