El mundo no terminará en 2012, asegura la NASA
Un errónea y prácticamente histérica interpretación del calendario maya sitúa el 21 de diciembre del 2012 como el día en el que el mundo llegará a su fin. A medida que la fecha se acerca, David Morrison, director del Centro Carl Sagan de la NASA, ve cómo la bandeja de entrada de su correo electrónico recibe cada vez más preguntas de ciudadanos, la mayoría muy jóvenes, preocupados por esta teoría apocalíptica. «Se trata de una fábrica de mentiras», aseguró Morrison, en una conferencia vía Google Hangout acompañado por varios científicos de la NASA. «Muchos de los jóvenes que escriben dicen que no pueden comer, otros que no pueden dormir, pero otros dicen que tienen miedo de suicidarse. Mientras que esto es una broma para algunos y un misterio para otros, hay un montón de gente que está verdaderamente preocupada», advirtió el astrobiólogo.
Según los estudios realizados por la NASA el mundo se puede quedar tranquilo por que no llegará a su fin en dicha fecha. El rumor se debió a una incorrecta lectura del calendario Maya, conocido dentro de los almanaques de civilizaciones antiguas por la exactitud con la que predijo fenómenos astronómicos. «Solo será otro solsticio de invierno», explicó Morrison.
Según la agencia espacial, los indígenas de esta tribu no predecían el fin del mundo. «El tiempo no cesa sólo porque el calendario que está colgado en su cocina acaba en la fecha del 31 de diciembre», señalan los científicos, añadiendo que lo mismo pasa con el calendario maya.
El 21 de diciembre es la última fecha de un largo periodo de cálculo de tiempo de los mayas, pero luego se iniciará otro periodo, «al igual que usted pondrá un nuevo calendario en la pared el 1 de enero», aclaró Morrison, quien aseguró que existen escritos de los mayas que se refieren a cientos de años más allá de hoy, «por lo que se asume que no pensaban en el fin del mundo».
Los especialistas de la NASA desmintieron además otras teorías apocalípticas, como el choque de la Tierra con otro cuerpo celeste, un enorme destello solar o el desplazamiento de los polos terrestres, entre otros. De momento, y pese a lo que auguran algunos, hay humanidad para rato.
(Con información de La Voz de Galicia)
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