Para acariciar el paladar
A Caridad Alfonso Alfonso la conocí como una excelente psicóloga y pedagoga. Nunca imaginé que esta mujer afable, siempre con una sonrisa, era una magnífica vinicultora. En esta faceta la descubro al llegar a su casa, en la intersección de las calles Zayas y Calzada de Bácker, en Sagua la Grande.
De su mamá heredó el arte de elaborar vinos artesanalmente a partir de la uva que se cultiva en el patio de su vivienda. Solo ella, de 6 hermanos, se dedica a este hobby que requiere de tantos detalles, entre ellos la paciencia y un exquisito paladar.
Ahí radica el gran secreto que no oculta, refiere Caridad, pues hasta en la televisión local durante un programa expliqué cómo hacer vino. Lo que sí es determinante es la experiencia que se acumule y ya “Acaricio” cumplió sus 30 años.
Cari recuerda que primero hacía la bebida para festejar en las serenatas por la Jornada del Educador. “Nos reuníamos aquí en casa y brindábamos por los éxitos y proyectos. Así, poco a poco, la técnica se fue perfeccionando hasta crear el vino “Acaricio”. Y ahí está el sentido: en que el vino acaricie el paladar.
Con alegría y sano orgullo dice que han tenido gran aceptación los vinos. Tanto los dulces, como los semi dulces, secos, tintos, claros, Vermouth, hasta completar una lista de 10 variedades que comercializan, con su correspondiente autorización sanitaria.
Disfruta experimentando con su esposo y el resto de la familia. Todos participan en el proceso de producción y la cata, hasta lograr el mejor al paladar.
Las personas adquieren el vino, sobre todo para ofrecerlos como regalo a un amigo, para brindar en ocasión de un cumpleaños y los médicos lo recomiendan por sus propiedades medicinales, aunque claro, nunca debe ingerirse en exceso, puntualiza.
Desde hace unos 10 años Caridad integra el Club de vinicultores de Sagua la Grande. Y sus vinos ya atesoran más de 20 lauros.
Sus inquietudes como productora no cesan y en estos momentos prepara un licor especial que espera presentar en el Evento municipal, a celebrarse en el próximo mes de octubre.
Estudiosa de la obra de José Martí, refiere que el Apóstol poseía una gran cultura vinícola para detectar olores y sabores que describió en sus textos. En los escritos martianos se encuentra todo un memorial sobre el vino que refleja la diversidad de culturas y diferencias sociales que se evidencian en las mesas de ricos y pobres. Según Martí: “El vino hierve en la mente, como en la cuba el mosto”.
El premio mayor para la vinicultura Caridad Alfonso Alfonso, una sagüera tan exquisita en su trato como lo son sus bebidas, es escuchar de sus clientes estas palabras: ¡qué rico estaba el vino!”.
0 comentarios