Strike 3: Flashazos de postemporada
Anoche, en el Cepero, volvió a jugarse a algo muy parecido al béisbol. Hubo ciertos pecados de qué arrepentirse, pero nada que ver con lo ocurrido el jueves. Después de aquel tormento, Granma alzó la cabeza y empató el dual meet contra Ciego, colgada del brazo de Leandro Martínez y empujada por el bate de Yordanis Samón. Estos son los highlights…
Leandro, zurdo diestro: De nuevo, como ante Villa Clara en el séptimo partido de la serie, Leandro Martínez probó que lo que le falta de velocidad le sobra de coraje. El muchacho conoce una fórmula infalible para hacer que la esférica le caiga en la esquina de afuera, y allí la pone una y otra vez ante la incrédula mirada de los bateadores. Ayer dominó a diecinueve avileños por su orden, desde el hit de Castillo en el inning primero hasta el doblete de Yoelvis Fiss en el octavo. Y no es que Ciego se lo hubiera gastado todo el día antes: es que el pitcheo era otro. Un pitcheo menos terco y más astuto. Un pitcheo cuyo secreto para llegar al éxito es tan elemental como un huevo cocido: el comando de los lanzamientos. Y con eso, aunque no se posean noventa millas, es posible ganar mucho. Pregúntenle a Conrado.
Samón, providencial: Su jonrón en el mismo primer inning fue el revulsivo requerido por un equipo que, luego de una brutal paliza en la fecha anterior, podía haber salido con la moral comida. A su manera, con ese estilo poco ortodoxo para hacer el recorrido del bate y soltarlo ásperamente a pulgadas de la anatomía del catcher, el inicialista granmense volvió a cazar una Mizuno en el cuarto episodio y condenó de modo definitivo a Guevara, quien -dicho sea todo- debiera ser mucho mejor ponderado como obrero del montículo.
A bailar el toca-toca: Segundo capítulo, Granma con dos arriba, corredor en primera sin out, Luis Ferrales al bate. Indalecio ordena el toque. ¡Double play! Cuarto inning, Granma con tres arriba y corredor en la inicial. No hay out. El lanzador rival ha permitido cuadrangular y hit en sucesión. No importa. Indalecio vuelve a ordenar el toque. ¡Double play! Verdad: solo el hombre tropieza dos veces con una misma piedra.
Detalles, solo detalles: En este play off, hay tres cosas que me estresan un mundo: las mascotas de los Alazanes, por patéticas; las constantes “radiografías” de la televisión, por inoportunas; y la absurda (temeraria) apertura de la portezuela de detrás del home plate en el Cepero. ¿Usted lo ha visto? En medio de la entrada, cuando el pitcher se dispone a lanzar, una cabeza asoma por allá, enigmática, suicida. Pareciera que es broma. Pero no.
Despaigne, ansioso: El gran toletero de los Alazanes anda desesperado por llevarse las cercas. Se le nota. Siempre en busca del cielo, el swing delata sus deseos. Falla y falla el coloso, empeñado en hacer una cosa que para él es norma y no excepción. Sin embargo, el jonrón, como todos los reyes, se hace de rogar.
Manada dispersa: Granma ganó el juego, pero ante mis ojos dejó la sensación de que no podrá vencer en el play off. Y lo digo porque la cohesión es la sal de los deportes colectivos. Veamos: en el noveno, el torpedero Fonseca pifió un roletazo a la hora buena. Mal por él. Pero luego no pudo contener un trueno de Mario Vega, y el lanzador lo censuró con vehemencia. Y más tarde tiró corto a primera, y Samón -que podía haberle “fajado” al short bounce- sacó el pie de la base y la emprendió también con él. Todo el infield hervía de tensiones. El equipo, de golpe y porrazo, se había convertido en antiequipo. La manada correteaba dispersa, a merced de las fieras. Así, tarde o temprano se la comen.
Adiós al ABC: El noveno episodio también nos dejó un botoncito de muestra de lo mal que andan las cosas en materia de “concentración”. En ese capítulo vimos cómo Borroto salió a cubrir segunda con un bateador derecho en el cajón, y cómo el bateador derecho en el cajón pegó una rolata inofensiva que pasó “a la my love” por el lugar donde debió haber estado Borroto, que no estaba porque salió a cubrir segunda con un bateador derecho en el cajón. Si eso le pasa a un paracortos del team Cuba, ¿qué quedará para los otros?
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