Emocionante despedida a Eduardo Paret en el «Sandino»
 Emocionante.  Es la palabra que definió la despedida al estelar torpedero Eduardo  Paret, uno de los peloteros más grandes que ha dado Cuba en todos los  tiempos. En el estadio Augusto César Sandino, Paret recibió el  reconocimiento de todo un pueblo.
Emocionante.  Es la palabra que definió la despedida al estelar torpedero Eduardo  Paret, uno de los peloteros más grandes que ha dado Cuba en todos los  tiempos. En el estadio Augusto César Sandino, Paret recibió el  reconocimiento de todo un pueblo.
Tal parece que el número dos es algo que le cayó del cielo a  Eduardo Paret, y no le fue para nada mal en todas las temporadas que  jugó en la pelota cubana.
Además de ser acompañado eternamente  con el número dos en la espalda, el nacido hace 39 octubres en el  popular barrio Condado, de Santa Clara, participó en dos Clásicos  Mundiales, tiene dos medallas de oro en Juegos Olímpicos, y uno de sus  mayores sueños fue cumplido, cuando hace cerca de dos años, disfruta de  sus gemelas: Rocío y Rosalí.
  
Pero como si fuera poco sus dos  apellidos comienzan con P: Paret y Pérez, además de verse por última vez  en el Sandino de Santa Clara, hace par de temporadas, en el play – off  ante Santiago de Cuba.
  
Aquel  día la reaparición de Paret fue adornada con una cerrada ovación, que  hizo parecer que el estadio “Augusto César Sandino” se derrumbaría ante  la emoción desenfrenada de miles de sus fieles seguidores.
   
A  no dudar de nadie, este ex torpedero de los equipos Villa Clara, Las  Villas, y Cuba, ha sido el villaclareño más admirado, luego del retiro  de Víctor Mesa.
    
Pero si unas veces este número le dio  satisfacciones por montones, otras sucedió todo lo contrario, al no ser  valorado por sus números, y vivir demasiado tiempo bajo del brazo del  capitalino Germán Mesa.
   
En el short stop fue el dos hasta  1996, cuando Paret se desempeñó con acierto en la Olimpiada de Atlanta,  al extremo de no cometer errores y un bateo de 375 de average.
   
Pero su estrella se vería apagada de repente, cuando un año más tarde, fuera suspendido del deporte junto a otros compañeros.
   
Su  retorno a series nacionales se produce en la campaña 1998-1999; no así  al equipo Cuba, para lo cual tuvo que esperar al Mundial de 2001, en  condición de regular del campo corto por encima de quien había sido su  principal rival histórico en la posición, Germán Mesa.
   
Según  el propio jugador, este resultó el peor de los eventos en que participó  con la camisa de las cuatro letras, al cometer los tres únicos errores a  nivel internacional.
  
Poco después, de dos, pasó a ser el uno  indiscutible del lugar más difícil dentro de un diamante de béisbol -el  campo corto- con un premio inolvidable en 2005, al ser elegido por la  IBAF como el mejor atleta de ese año.
  
Aunque  fueron muchos los lauros, para El Pionero Eduardo Paret el haber jugado  en los dos Clásicos Mundiales con Cuba constituye su más grande orgullo  deportivo.
Esta noche todo su pueblo despidió del terreno al  estelar torpedero, en una ceremonia a la altura de su calidad como  jugador. Villa Clara le dice adiós al atleta activo, aunque permanecerá  imborrable en el corazón de sus fanáticos, eternamente agradecidos de  contar a lo largo de innumerables series con un dos de verdad.
Fotos: Arelys María Echevarría
 
       
		
0 comentarios