Blogia
A mi Entender

Falleció el doctor Humberto Pérez Cuellar

 Bárbara Fortes

Lo que se merecía era vivir, así escuché decir a uno de los colegas del prestigioso cirujano, Humberto Pérez Cuellar quien a los 60 años de edad, falleció este viernes  en el Cardiocentro de Santa Clara, donde se encontraba hospitalizado, hace unos dos meses, tras sufrir un accidente cerebrovascular.

Su tierra natal, Camajuaní, lo vio abrir  sus ojos, pero Sagua la Grande lo acogió como su segunda patria, porque supo ganarse el cariño de pacientes, familiares y colegas. Desde finales de la década del 80, comenzó a laborar en el Hospital Mártires del 9 de Abril, como especialista en Cirugía General.  

 No era segundo de nadie, reconocido en la provincia y Cuba, es una pérdida que se va a sentir  mucho en la cirugía en Sagua la Grande, mientras más difícil era un caso, ahí estaba la savia de quien con habilidad, destreza y profesionalidad, se crecía y adoptaba decisiones muy acertadas.

En cierta ocasión  conversé  un rato con él y me dijo en tono jocoso, como acostumbraba:” los médicos no podemos poncharnos como los peloteros, porque está en juego la vida de las personas, no hay margen para el error”.

Pionero en la docencia en la Universidad de Ciencias Médicas de esta ciudad, amaba  su profesión, especialista de Primer Grado y profesor auxiliar, todos lo recuerdan como un hombre afable, humano y  muy profesional.

 Humbertico como le decían todos cariñosamente  es alguien parar recordar siempre, conversaba de cualquier tema, así lo demostraba en los pases de visita a sus pacientes, en los que había un momento para hablar de la historia de la Medicina .A los experimentados  y también a  residentes de la especialidad manifiestan que les encantaba operar con él por su trato y respeto para con los demás, aunque se tratara de estudiantes.

Si exquisito era en el trato con los que le rodeaban, la familia era  su vida, así lo expresan sus hijos conmocionados por la pérdida:” como padre era lo mejor entre lo mejor”

A Humbertico, le gustaba mucho lo que hacía, trabajó hasta el día antes de sufrir el accidente cerebro vascular que provocó que no lo veamos más en el quirófano del Hospital de Sagua, sostener entre sus manos un bisturí, para salvar tantas vidas, como lo hizo, pero seguirá vivo, por su legado a la profesión a la que se consagró, la Cirugía.

 

 

 

1 comentario

teresa machado -

Siento profundamente la perdida de un compañero y colega espectacular. A su familia mi mas sentido pesame.