La nobleza de un gesto
Bárbara Fortes
Con apenas 15 años de edad, Luisa María Fernández Vila, acudió al llamado de Fidel para donar su sangre destinada a los damnificados del terremoto ocurrido en Perú, el 31 de mayo de 1970.
“No lo pensé dos veces, expresa emocionada al recordar aquel día .Rápidamente fui para el policlínico Mario A. Pérez, de esta ciudad. Allí me encontré a una gran cantidad de personas, que como yo, no querían nada a cambio solo la recompensa de ayudar a salvar una vida y demostrar la solidaridad con otros pueblos”.
Ese fue el comienzo para esta mujer que cada 4 meses extiende su brazo y en gesto altruista da el vital líquido, ya sea en las jornadas voluntarias convocadas por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) o ante situaciones emergentes, como accidentes de tránsito y fenómenos atmosféricos.
Luisa María, se mantiene como donante, ahora con sus compañeros de la Empresa Pecuaria Macún de Sagua la Grande donde labora hace 9 años como Especialista en Seguridad y Salud del Trabajo. Nos cuenta que cuando era trabajadora de la Fábrica d e Bujías, a un obrero se le presentó una apendicitis de urgencia y sin él saberlo le hizo la donación. Qué gratificante para ella, resultó sus palabras de agradecimiento.
Dice sentirse feliz, pues ostenta hace años el sello por sonante destacada que otorgan los CDR y además esta muy contenta porque su centro de trabajo recibió diploma de reconocimiento por el destacado aporte al cumplimiento del programa de Donaciones Voluntarias de Sangre en el año cederista 2011-2012.
“Han transcurrido 41 años desde que realicé mi primera donación, quizás en aquel momento cumplía con un llamado, pero en estos momentos, estoy plenamente convencida de que donar sangre es un gesto humanitario y altruista.”
A los jóvenes les digo que se sumen a esta hermosa y ennoblecedora tarea que acogieron los CDR y Salud Pública, desde la fundación de la mayor organización de masas de nuestro país. Algunas personas sienten temor, por el contrario les digo que es un proceder inocuo. Nunca he tenido afectaciones de salud por donar mi sangre”
Luisa María Fernández, es solo un ejemplo de los tantos que a lo largo de nuestro verde caimán contribuyen a que no se apaguen vidas humanas. En este instante recuerdo una frase muy hermosa de nuestro Apóstol José Martí:” No hay más nobleza / que la que el hombre con sus hechos logra” y donar sangre es una manera de demostrar la nobleza del ser humano.
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