Cuba afectada por el calentamiento climático
El clima cubano se calentó en los últimos 60 años en alrededor de 0,9 grados centígrados, dijo hoy un especialista del Instituto de Meteorología nacional.
“El mayor incremento ocurrió en la temporada invernal con unos 1,4 grados Celsius por encima de los registros anteriores”, sostuvo Ramón Pérez, especialista del Centro del Clima, una entidad que depende del Instituto.
Pérez manifestó al noticiero matutino de la televisión nacional que la temperatura media anual de Cuba creció desde 1951 hasta hoy aproximadamente 0,9 grados.
Aunque recordó que el calor más intenso en Cuba se produce en los meses de julio y agosto, el especialista afirmó que este año “no ocurrieron temperaturas extraordinarias” hasta ahora.
El record de calor en Cuba se registró en una localidad del extremo este, de más de 38,8 grados centígrados.
De acuerdo con Pérez, la elevación promedio en las últimas seis décadas se debió a la mayor radiación solar y a las sequías, que se hicieron en ese lapso más prolongadas.
El doctor en ciencias explicó que la sensación térmica que sienten las personas en el verano cubano es cuatro grados más alta que la temperatura reinante en el entorno.
(Con información de ANSA)
NOTA DEL LICENCIADO RAMÓN PÉREZ DEL INSTITUTO DE METEOROLOGIA
Estimados compañeros:
Agradezco que hayan reproducido parte de la información expuesta en el día de hoy en la Televisión Cubana, en particular en la revista Buenos Días en su sección Mirada de Lunes, a cargo de la periodista Gisela García. Es importante difundir la información sobre el comportamiento del clima, que resulta del esfuerzo de los trabajadores del Instituto de Meteorología, a través de los medios de información masiva. Por ello deseo explicar algunos detalles de los expresados por mí esta mañana.
Lo que considero más importante es lo relacionado con el incremento de la temperatura media anual en 0,9 grados C desde 1951 hasta el presente, y en particular del verano en 0,8 grados C. Tal incremento se encuentra relacionado con el calentamiento global de nuestro planeta, debido en gran medida al incremento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Por otra parte expresé que las temperaturas del verano suelen ser más altas cuando estamos en presencia de procesos de sequía meteorológica, ya que al disminuir la nubosidad recibimos mayor radiación, mientras que si disminuyen las precipitaciones y las tormentas eléctricas propias del verano se favorece en gran medida el calentamiento diurno de la atmósfera. Por tanto, la sequía condiciona lo que ocurre en un mes o un verano determinado, la intensificación del efecto invernadero condiciona la tendencia que se observa a través de los años, o a través de los veranos como nos referimos en el día de hoy.
En el presente verano también hemos sentido mucho calor. Sin embargo he insistido en que otros veranos han sido aún más calurosos, como el del pasado año, el que fue el segundo más caluroso de los últimos 60 años, aunque aún faltan más de dos semanas para terminar el mes de agosto. Hasta ahora sólo unas pocas estaciones meteorológicas han marcado nuevos records de temperatura máxima. Pero los records deben analizarse con cuidado. El valor máximo observado de 38,8 grados C ocurrió el 17 de abril de 1999, sin embargo no es abril el mes más cálido del año. Dicho valor fue registrado en un período en que predominó la poca nubosidad y la poca precipitación. Por otra parte, el incremento de la temperatura media anual, o del verano también, observado en nuestro país está más bien relacionado con el incremento de las temperaturas mínimas, o sea, las nocturnas. Ello implica que durante el verano tenemos temperaturas muy altas durante el día, pero en la noche no refresca lo suficiente, el calor “no nos da tregua” durante las noches y no nos recuperamos adecuadamente. Estamos sometidos a la tensión del calor durante mucho tiempo.
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