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A mi Entender

Barbería y Ruibal ofrecieron corazones en Santa Clara

Barbería y Ruibal ofrecieron corazones en Santa Clara
Francisnet Díaz Rondón

Aunque uno nació en Pinar del Río y el otro en España,  parece que anduvieran juntos desde siempre al unir sus  voces y talento en el escenario. Mas, tal percepción se explica cuando se sabe lo que representa la música para ambos juglares, quienes, guitarra en mano, se transforman en armas de fuego poético, rítmico, melódico e inteligente, cuyos proyectiles impactan en el cerebro y el corazón del público.

 
 
  

 

Desde el otro lado se siente entusiasmo por la gente de acá. Aquí están muy vinculados con la poesía, la música, la literatura, el cine. Se ama mucho lo que nosotros hacemos, por lo que es un privilegio cantar ante un público como el cubano. No lo digo por echar unas flores gratuitas, lo dicen todos los artistas que han pasado por Cuba. Saben que el público posee una receptividad exquisita. Pues venimos, como dice Fito Páez, a ofrecer nuestro corazón.» 

En Villa Clara, ambos manifiestan sentirse como en su propia casa, sobre todo en el centro cultural El Mejunje, donde compartieron con los muchachos de la Trovuntivitis, que, junto a los visitantes, ofrecieron un espectáculo como hacía mucho no ocurría en esa peña. El empeño de los jóvenes trovadores del centro --y de otras partes de la Isla-- no era ajeno a ambos cantautores. 

Según Ruibal, ya los conocía desde hace unos años, cuando varios de ellos acudieron a su concierto en la Casa de las Américas, y «me dieron una de las sorpresas más grandes que he tenido en mi vida, porque no sabía hasta qué punto pudiera ser conocido aquí en Cuba. Y vinieron muchos músicos que en aquel momento eran pequeños, que ya están grandes y han hecho un trabajo precioso musicalmente». 

Por su parte, Barbería --quien también integra la reconocida banda Habana Abierta-- manifiesta que «hay chicos que siguen haciendo las cosas como Silvio y Pablo. Tienen un trabajo musical muy grande. Hay otros como Karel (Fleites), a quien vimos el otro día y nos sorprendimos, pues era otra onda, y Roly Berrío, entre otros. Pero, antes muchos trovadores se parecían. Habana Abierta, por ejemplo, se distinguió por hacer algo diferente, buscar un sello propio colectivo e individual. Creo que hay que trabajar, documentarse y dejarse influir por otra gente que no sea lo mismo».

A Barbería y Ruibal los acompañan las bailarinas Remedios Jover y Lucía Ruibal, y el percusionista Javi Ruibal --estos dos últimos, hijos de Javier--, quienes muestran también gran virtuosismo. 

El pasado fin de semana, en el teatro La Caridad, ambos demostraron una vez más que cuando se da el corazón, el mundo se estremece.

 

 

  

 

 
 
  
 
 
  

 

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