Huellas en el tiempo
Bárbara Fortes
La presencia inolvidable del Ché irradia la luz que necesita esta tierra para echar a andar el motor de la eficiencia económica que exigen estos tiempos, junto a Antonio Maceo, quien demostró en Baraguá su coraje e intransigencia revolucionarias.
Lo que más une las vidas de Maceo y el Che, no es propiamente la coincidencia en el tiempo, de haber nacido un 14 de junio, sino los abraza su lucha perenne por la libertad de Cuba, sin dar concesiones al enemigo.
Dos épocas diferentes, con los mismos ideales revolucionarios. Maceo, el enérgico mambí, en su afán de libertar a su Patria salió desde Mangos de Baraguá en octubre de 1895 y llevó la invasión mambisa hasta Mantua, en Pinar del Río, campaña que cumplió en enero de 1896.
Similar hazaña hizo el Guerrillero Heroico, quien partió, con su Columna 8 Ciro Redondo, con los rebeldes y llegó hasta Las Villas, para aplastar a la tiranía de Batista y alcanzar el triunfo revolucionario el 1ro de enero de 1959..
Estos hijos gloriosos inspiran a seguir adelante, a pesar de las dificultades, porque como dijo Martí: “Todo hombre está obligado a honrar, tanto con su conducta privada como pública a su Patria”.
Cuba hoy es faro para América Latina que despierta con el alba de la solidaridad, porque en este suelo hombres dignos como Maceo y Che, contribuyen a forjar un porvenir matizado de colores de libertad y soberanía.
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