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A mi Entender

La añoranza por su fábrica

Bárbara Fortes 

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Bárbara Fortes 

Pedro Santos Martínez aprieta entre sus manos, una bujía, como si no quisiera que se le escapasen los años vividos.

Los ojos le brillan a este hombre, que entregó desde los 17 años, más de 4 décadas de su vida, a la Fábrica de Bujías Neftalí Martínez de Sagua la Grande.

Por 46 años laboró en la entidad inaugurada por el comandante Ernesto Guevara, en horas del mediodía  del domingo 17 de mayo de 1964.Desde 2009 está jubilado, pero extraña su fábrica, por la que cada día se levantaba  a las 5 y 30 de la madrugada para llegar antes de las 7 de la mañana y poner todo en orden para comenzar la jornada.

Recuerda que no tenía  cumplidos los 17 años, cuando inició un curso de calificación, en enero de 1964, por un período de tres meses. Primero laboró  como Auxiliar de Producción, y tuvo la posibilidad de aprender otros oficios. Se  hizo soldador, rectificador de piezas,  Ajustador de equipos, y llegó a ser Jefe de Brigada y de Taller, puesto en el estuvo por 25 años, hasta su jubilación, el 30 de julio de 2009. 

De los oficios que desempeñó durante tantos años, ¿cuál le atrajo más?

Siempre sentí gran inclinación por el oficio de Ajustador de Equipos, era el más difícil y complejo, tenía que ver con todas las máquinas de los diferentes talleres. Pero la verdad es que me apasionaba cualquier trabajo en la fábrica, era parte imprescindible de mi vida.Permanecía más horas allá que aquí en mi casa. 

¿Las palabras pronunciadas por el Che en el acto de inauguración constituyeron incentivo permanente?

Sin dudas, fíjese que toda la tecnología  procede de Checoslovaquia, y sin embargo la producción no se  detiene porque los equipos sean obsoletos, sino por falta de materias primas, que son importadas de Europa, lo que hace muy difícil el proceso de producción.

El colectivo siempre responde con iniciativas, como en los años 90, cuando se hacían tuercas, tornillos. En estos últimos tiempos conjuntamente con las bujías marca Prisma, se hacen  mangueras hidráulicas y para frenos, en fin, su ejemplo está más vivo que nunca.

¿Considera que el movimiento de obreros racionalizadores e innovadores desarrolla un papel esencial en la Fábrica de Bujías?

Ante todo el reconocimiento, porque sin ellos no fuera posible que funcionaran las máquinas en los talleres de Laminado, Tornería, de Zincado, donde se le aplica tratamiento superficial a la bujía, y de Montaje de las mismas. Es decir, siempre están en la búsqueda de soluciones y alternativas para que no se paralice la producción. Pertenecí a este importante movimiento, siento un orgullo tremendo, porque fueron muchas las veces que se reconoció el trabajo. 

¿Cuál era su mayor satisfacción como trabajador de una entidad  insignia en el país?

El mayor orgullo que sentía era cumplir con los planes asignados. .El año 1988 fue el mejor productivamente, se lograron fabricar dos millones y medio de bujías.

El colectivo  siempre labora con la premisa de las palabras del Ché en su discurso pronunciado aquel día, en el que instó a produciry cumplir los planes con calidad. Nunca le fallamos.

El programa de industrialización en los primeros años de Revolución, abarcó la apertura  de entidades  fabriles en diferentes  provincias de Cuba. 

Una de las más importantes y única de su tipo en el país, la Fábrica de Bujías de Sagua la Grande, pues su principal renglón productivo sustituye importaciones, por lo que equivale a un  ahorro de miles de pesos en divisas anualmente.

Entre sus trabajadores, Pedro Santos, se mantuvo siempre en sus Talleres, con el deseo de hacer, bajo el legado del eterno Ché Guevara.

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