Extremistas de Miami lloran la muerte del terrorista Orlando Bosch y celebran sus acciones violentas
Extremistas de Miami lamentaban hoy la muerte del terrorista Orlando Bosch, quien falleció el miércoles a los 84 años tras una “larga y dolorosa enfermedad”.
“Ha sido un patriota que dedicó su vida y sacrificó su profesión por tratar de devolverle la libertad al pueblo cubano”, dijo a una emisora radial Francisco Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA), organización que financió múltiples atentados contra la Cuba, entre ellos la cadena de bombas contra hoteles en La Habana, en 1997.
“Fue una persona de grandes convicciones, al margen de los caminos y las acciones que cada cual tomemos para ver libre a nuestro país” (es decir matar civiles inocentes con bombas), añadió.
Bosch y Posada Carriles fueron acusados en 1976 de volar el avión que cayó cerca de las costas de Barbados con 73 personas a bordo, incluido el equipo juvenil cubano de esgrima.
“No hacía concesiones, defendía sus puntos de vista y por eso arriesgó su vida en muchas ocasiones”, expresó en otra emisora de radio Pedro Corzo, director del Instituto de la Memoria histórica cubana contra el totalitarismo, que recientemente le ofreció un homenaje y lo recibió con la frase: “Aquí (en Miami) todo el mundo te conoce y te quiere”.
Bosch nació el 18 de agosto de 1926 en Potrerillo, una localidad en el centro de Cuba. Con 20 años se trasladó a La Habana, donde cursó estudios de Medicina y se afilió a una célula del movimiento “26 de Julio”, que luchaba contra la dictadura de Fulgencio Batista. Luego del Triunfo de la Revolución en 1959, se vinculó a grupos contrarrevolucionarios de carácter violento.
En Estados Unidos fue arrestado por las autoridades federales en varias ocasiones. En 1964 ingresó a la cárcel por remolcar un torpedo de fabricación casera por el centro de Miami durante las horas de mayor tránsito. Dos años después la policía encontró seis bombas de 40 kilos cada una en el baúl de su vehículo.
Al llegar de Venezuela en 1988, fue detenido por violar su libertad condicional y condenado a tres meses de prisión.
Posteriormente las autoridades de inmigración lo encarcelaron y lo catalogaron como “deportable”, denominación que unos años después anuló una resolución del presidente George W. Bush.
“Fue un elemento muy valioso dentro y fuera de la comunidad”, precisó el traidor Hubert Matos, figura emblemática del ala ultraderechista en Miami, que cumplió 22 años en las cárceles de la isla, y fue el causante indirecto de la muerte del líder guerrillero Camilo Cienfuegos, quién viajaba de Camagüey a La Habana en 1959 tras sofocar una insurrección de Matos. Su avión desapareció en el mar.
(Con información de DPA)
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