Bárbara Fortes La obra del pintor saguero, Wifredo Lam es toda una aventura poética en la que estuvo siempre presente un reencuentro hacia sus raíces. ¿En que secretos recovecos de la conciencia, su memoria y la de sus antepasados pudo acumular el artista, a sabiendas o no, durante casi 40 años, el universo de mitos, temas y formas de la cultura popular cubana? En España y, sobre todo en París y en Cuba, tras una larga ausencia de casi veinte años empieza Lam a redescubrir su mundo y al escuchar las voces ancestrales profundas de sus sangres, las voces de su cultura mestiza, cubana, caribeña, las plasma en su obra extraordinaria. Muchas de las obsesiones de su infancia, declaró Lam, “murciélagos en perenne vuelo, o estáticos, como muertos, gallos de picos y espuelas afilados, lunas en todas sus fases, diablitos-guijes, iremes- como el propio Satán; huevos y ruedas, herraduras, caballos, frutos como genitales, escudos y una flora salvaje o domesticada: atributos y ofrendas a losa dioses de una mitología que exalta más sentidos o provoca el éxtasis en mi ser” Es indudable que la Guerra Civil española marcó profundamente a Lam y así lo expresó; “Me impidió recuperar todos mis recuerdos de la infancia, en Sagua la Grande, llenos de su Sagua se enorgullece del legado de Lam persticiones, mitos heredados y otros creados por mi propia imaginación. Era como una vuelta a mis origenes.Ciertamente, lo único que me quedaba en aquel momento era mi viejo anhelo de integrar en la pintura toda la transculturación que había tenido lugar en Cuba entre aborígenes, españoles, africanos, chinos, inmigrantes franceses, piratas y todos los lamentos que formaron el Caribe.Yo reivindico para mi todo ese pasado.Creo que esas transformaciones han hecho de la gente una entidad nueva, de incuestionable valor humano”. . Meses antes de fallecer confesaba Lam que “el día en que las generaciones del futuro sitúen su obra en tiempo me gustaría que comprendieran mi esfuerzo por desmitificar al hombre cubano, para enfrentarlo con su propia identidad cultural. Sigo el camino de tantos artistas que me precedieron en su esfuerzo por encontrar una significación válida para sus pueblos respectivos”.
Así es desde ya sin necesidad de esperar la sentencia del futuro.Ese es uno de los significativos aportes que nos lega Wifredo Lam, entre tantos que heredamos de su obra genial.
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