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A mi Entender

Alfredo López, artífice del movimiento sindical cubano

2 Agosto 2019  

 

Por:  Bárbara Fortes Moya y Raúl Villavicencio Finalet

El gran defensor del proletariado cubano, Alfredo López Arencibia, nació en Sagua la Grande.

A propósito, se escogió el 2 de agosto, fecha de su nacimiento, para celebrar el Día del Trabajador Gráfico.

Resulta imprescindible conocer acerca de la figura histórica de Alfredo de los Ángeles López Arencibia, hijo ilustre de Sagua la Grande.

En el parque que lleva su nombre, sito en la esquina de Céspedes y Libertadores, se erige un busto para rendirle homenaje por la magnitud y trascendencia histórica de su figura, pues sacrificó su vida a la noble causa de la defensa del proletariado cubano.



Fue hijo del anarquista asturiano Alfredo López de Cossío, quien se había radicado en Cuba, y de Patricia Arencibia. Desde  muy joven se dedica al oficio de tipógráfo como medio de sustento, debido a las necesidades económicas de su humilde familia, no completó los estudios primarios.

Joven aún partió de Sagua y radicó definitivamente en la Habana y ejerció allí el mismo oficio en la imprenta La Mercantil, donde pronto se vinculó a a las  demandas de los obreros por mejores condiciones de vida.

Sus grandes condiciones de líderes se hicieron realidad, encontró una razón de ser y actuar en las ideas que le había trasmitido su padre. Sin cumplir 20 años, ya Alfredo era  uno de los auspiciadores y líderes de la Asociación de Tipógrafos. En los años de 1918 y 1919 organizó mítines por el Primero de Mayo en la capital cubana.

 A partir de entonces, entregó su corta vida en aras de la unidad del proletariado cubano, y lo  logró con la fundación en 1925 del Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC).

Le corresponde también el gran mérito de ser, junto a Julio Antonio Mella, pionero de la aplicación de universalización de la enseñanza universitaria para elevar el nivel cultural de los trabajadores cubanos, fundando con ese objetivo en 1923 la Universidad Popular José Martí.

Por su gran labor unitaria y defensora de los explotados, fue asesinado brutalmente por la policía de Gerardo Machadoel 20 de julio de 1926, casi a punto de cumplir 32 años y su cadáver no apareció hasta después de la caída del tirano en 1933.

En el Museo histórico José Luis Robau de Sagua la Grande se conservan una foto suya dedicada a la madre y una máquina de coser que le había regalado a ella con el primer salario que ganó trabajando en Sagua, objetos estos donados muy gentilmente por la familia del líder sindical.

Referente a la significación de su figura Julio Antonio Mella expresó: “Sí, Alfredo está con nosotros. No su cuerpo de luchador, su dinamismo asombroso. Pero si su obra: la que todos debemos terminar"

Artes Gráficas en Sagua

La unidad de Artes Gráficas de Sagua la Grande perteneciente a la empresa Villargraf, de Villa Clara, realiza producciones que están dirigidas a proveer de insumos a oficinas,con modelaje de todo tipo, facturas, vales de venta, contratos de trabajo, así como cajas para cake y bufett, de diversas medidas que se comercializan con diferentes empresas del municipio y la provincia de Villa Clara.

Varios equipos de linotipo como el de 1800 y otro de 1908 de impresión directa, atesora la conocida imprenta de Sagua la Grande, un hijo de esta tierra, Alfredo López, aprendió a trabajar en una de estas máquinas como Tipógrafo.

Con un equipamiento obsoleto, y gracias al ingenio de uno de los trabajadores funciona en el troquelado una máquina muy antigua, según reza en en el propio equipo, su fabricación data de 1950, hace casi siete décadas, en la ciudad de Heilderberg, Alemania.

El colectivo está integrado por seis trabajadores, de ellos, dos son mujeres, quienes siempre unidos desempeñan su quehacer para mantener el prestigio de las artes gráficas en el territorio.

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