Director general de la OMS: El mundo tiene mucho que aprender del sistema de salud en Cuba
El doctor Tedros Adahanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguró en La Habana en el marco de la XIV Feria Internacional Salud para Todos 2018, que no hay duda de que el mundo tiene mucho que aprender del sistema de salud en Cuba.
En conversación exclusiva con la Agencia Cubana de Noticias, el doctor Tedros Adahanom, quien volvió a la capital cubana ahora como director general de la OMS, resaltó las condiciones y buenas prácticas del modelo de salud de la Isla.
Tedros Adahanom, un político de larga data en África y de origen etíope, trabajó en su país como ministro de Salud de 2005 a 2012 y desde ese año como canciller hasta 2016.
–¿Cómo puede el modelo cubano contribuir a garantizar la añorada salud para todos?
–Aunque no hay un modelo único y todos los países necesitarán diseñar un sistema propio, necesitamos aprovechar las lecciones y experiencias de países como Cuba; una de las primeras acciones que debemos realizar es la difusión de las buenas prácticas, por eso estrecharemos los lazos con el gobierno cubano.
“Estoy muy agradecido por lo que ha sido una larga relación de trabajo con Cuba, y tanto antes como después de mi elección al cargo de Director General, he tenido conversaciones muy productivas con el ministro de Salud Pública de Cuba, doctor Roberto Morales Ojeda.”
“No hay duda de que el mundo tiene mucho que aprender de su sistema de salud, que ha estado comprometido con la salud para todos durante décadas y ha ayudado a la formación de profesionales en el mundo”.
–La preparación para emergencias requiere nuevas estrategias, ¿cómo puede la OMS abordar esas cuestiones?
–Después de la crisis por el virus del Ébola en África Occidental, los estados miembros votaron una serie de reformas para fortalecer los sistemas locales y globales de respuesta a emergencias.
“Hemos comenzado a ver el impacto de estas reformas en situaciones como el brote de Ébola en la República Democrática del Congo, donde los casos fueron reportados con rapidez y se realizaron con agilidad las intervenciones para evitar que se convierta en una epidemia”.
“Tenemos que seguir implementando estas reformas con gran sentido de urgencia porque no sabemos dónde o cuándo ocurrirá la próxima emergencia de salud. Esto incluye la inversión en sistemas, mundiales y locales, resistentes y capaces de prevenir, supervisar, detectar y responder a estas emergencias”.
“Es imprescindible apoyar a los países en el proceso de evaluación conjunta en torno a sus sistemas de respuesta y dedicar recursos apropiados a esos esfuerzos. Se requiere financiar totalmente el Fondo de Contingencia para Emergencias, que hasta la fecha solo ha recibido aportes parciales”.
“Urge además hacer un llamado a todos los estados miembros para que apoyen la plena aplicación del Reglamento Sanitario Internacional, que creara el marco jurídico y normativo necesario para informar y actuar con prontitud a nivel de país”.
–¿Qué prioridades tiene el cambio climático en las políticas de la OMS en un contexto en el que el presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos se retira de los acuerdos de París?
–No podemos ignorar los claros y crecientes efectos que el cambio climático y medioambiental tiene en la salud, incluyendo la amenaza de la seguridad alimentaria, los medios de vida económicos y la seguridad y calidad del aire, entre otros aspectos.
“Sabemos que más de 12 millones de personas mueren cada año porque viven y trabajan en un ambiente poco saludable. Los acuerdos de París, que la gran mayoría de los estados miembros de la OMS apoya, es una forma esencial de abordar estos desafíos”.
“La OMS debe desempeñar un papel más activo en la promoción de estrategias de adaptación y mitigación; trabajar en estrecha colaboración con otros organismos de las Naciones Unidas y las partes interesadas, porque no es el organismo técnico principal, pero dado el inmenso impacto que el clima y el cambio ambiental tiene y seguirá teniendo en la salud, la OMS debe ser parte de la solución”.
–¿Cuál es su principal desafío como Director General de la OMS?
–Lo que considero más importante en mi rol de Director General de la Organización Mundial de la Salud es que he acumulado experiencia práctica en la reforma de un sistema de salud en un contexto de cargas significativas de enfermedades y recursos limitados.
“Por esa experiencia entiendo las realidades que los gobiernos enfrentan al intentar implementar reformas integrales. Esa perspectiva también me ayuda a construir fuertes relaciones de trabajo con los estados miembros y socios, lo que nos permite avanzar hacia nuestra visión y metas compartidas”.
“Mejor acceso a la asistencia sanitaria con fuertes protecciones financieras para sus ciudadanos, avanzar en el tratamiento de enfermedades infecciosas, hacer frente a la creciente carga de enfermedades no transmisibles y encontrar la mejor manera de prevenir y prepararse para emergencias sanitarias”.
–¿Qué tipo de reformas dentro de la OMS deben implementarse?
–Necesitamos una OMS fuerte, transparente y responsable para asegurar que todos puedan vivir vidas saludables y productivas, sin importar quiénes son ni dónde viven.
“Debemos reconstruir la confianza en la OMS y revitalizar su capacidad para desempeñar un papel de liderazgo en la salud y el desarrollo mundiales. Eso también nos obliga a construir una visión compartida entre el personal, los Estados miembros y todos los asociados de la OMS, ya que de esa visión compartida fluyen objetivos y actividades comunes”.
“Además, para hacer que la OMS sea más eficiente y eficaz, debemos garantizar que sus recursos no limiten su capacidad de respuesta, lo que significa asegurar una financiación más flexible”.
“Como Director General, mi prioridad es lograr cobertura de salud universal. Los sistemas de salud fuertes son también la primera línea de defensa contra emergencias de salud. Por lo tanto, ante todo, ayudar a los países a fortalecer sus sistemas de salud y construir políticas que garanticen que la atención de la salud sea equitativa y asequible para todos”.
“El mundo necesita que todos trabajemos para lograr ese objetivo y creo que no hay un solo camino para lograrlo. Es más probable que lo logremos adoptando una diversidad de perspectivas”.
“Por eso, como Director General, me comprometo a ser un líder que escucha primero y escucha tanto a los que están de acuerdo como a quienes discrepan. Solo así podremos construir un mundo donde todos puedan vivir vidas saludables y productivas, sin importar quiénes son ni de dónde vienen”.
(Con información de ACN)
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