Girón forjó su vocación militar
El decoro y la honradez constituyen las principales virtudes
de Antonio Fernández Rodríguez, conocido por “Toñín”, con casi 85 años este saguero no olvida aquellos días, en que se convirtió en protagonista de la epopeya heroica de Playa Girón.
- En su memoria los días en Playa Girón?
“No se me puede olvidar Girón, porque lo viví, en los días que estuve dentro del combate. La sensación, impresionante, era primera vez que me encontraba en una situación tan difícil. El batallón entró primero a la Playa, por una acción orientada, y avanzamos por las carreteras con nuestras fuerzas para aplastar a los mercenarios, en las regiones de San Blas y Playa Larga. Allí sufrí ver la pérdida de muchos compañeros.
Después había que reagruparse porque la aviación nos agredió fuertemente. Teníamos que restablecer el parque y nos situaron en la retaguardia, hasta que comenzamos a ver a los mercenarios prisioneros.Dos días después volvimos a la Escuela, a graduarnos como Oficiales Responsables de Milicias.”
-¿Conocer de la presencia de Fidel en Playa Girón, le impactó emocionalmente?
“Fidel, constituyó un gran estímulo, desde que llegamos al central Australia, la columna se detuvo para recibir sus órdenes, quien dirigía las acciones.
Saber que estaba allí, era una inyección, una fuerza tremenda
Llegamos en camiones hasta Jagüey y los abandonamos para ir caminando hasta Playa Larga. El jefe de pelotón orientó que había que tomar un punto intermedio que se llama Pálpite, entre Girón y Playa Larga. El combate nocturno, se preparó con una columna bisoña, avanzamos a la Playa y las 5 de la mañana con un fuego tremendo, tantos disparos de artillería se tomó la Playa, un empeño temerario, una acción patriótica.
Se nos dijo, Fidel quiere que los tanques se mojen las esteras en la playa y así fue. En horas de la mañana la playa es tomada.”
“El enemigo se había replegado en sus medios de transporte por la carretera que conduce a Playa Larga y a Girón .Encontrábamos a los mercenarios escondidos en los matorrales.
Pasamos a la zona de concentración, y a restablecer la disposición combativa, por si había que retomarlas armas.”
- ¿Pensó alguna vez ser militar?
Nunca me pasó por la mente ser militar, pero la situación de hostigamiento contra Cuba, me obligó a ello. Era un obrero de Comercio y me propusieron ingresar en 1961 a la Escuela de Responsables de Milicias en Matanzas para prepararme desde el punto de vista militar en un curso de capacitación muy riguroso que pasamos en tres meses. Integraba la Sexta Compañía, era el alumno número 1042.Nos encontrábamos en las aulas y al recibir el aviso de la agresión yanqui, la dirección organizó a todos los milicianos y marchamos a Girón para luchar y decididos a vencer.
-Después de Girón, se incorporó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias?
Girón, nos llevó a convertirnos en cuadros de las Fuerzas Armadas, a solicitud de Fidel al llegar de regreso a Santa Clara. Me sentí atraído por esta tarea y di el paso al frente. Permanecí en las FAR, durante 28 años, prácticamente una vida. Hasta mi jubilación, tuve el honor de ostentar el grado de Teniente Coronel.
El grado de responsabilidad que adquirimos no era fácil. La organización de los Puestos de observación de Vigilancia Costera, hoy Guardafronteras, Luego, la Crisis de octubre fue una escuela también, estábamos amenazados por una invasión norteamericana con el posible empleo de armas nucleares y teníamos poca experiencia.
Participé con mi tropa en la captura de piratas en cayos y en la experiencia de la Limpia del Escambray. Después pasé una escuela de preparación militar con los asesores de la ex Unión Soviética, que dominaban el arte militar, adquirí muchos conocimientos.
Trabajé en unas 16 unidades de combate, que ayudan a desarrollar al soldado y oficiales al dominio de las armas y la técnica.
Uno de los momentos de mayor orgullo también, al igual que Girón, fue cumplir dos misiones militares fuera de Cuba, en Angola y Nicaragua.”
¿Durante su etapa como militar de las FAR recibió muchas medallas y condecoraciones, cuál es la que reviste mayor connotación para usted?
La medalla que más añoro, es la de Teniente de Milicias, la primera que recibí, la guardo junto a otras muy valiosas para mí, como la de Girón, Combatiente de Primera Clase en Angola, Servicio Distinguido de las FAR, muchas en verdad, realmente, pero no olvido, el momento en la Escuela en que me la colocaron en mi pecho.
-¿Puede establecer un paralelo entre el Girón de ayer y el de hoy?
De lo que se ha hecho allí como vivían esas personas, carboneros, no tenían acceso a nada y hoy que tengan ese desarrollo, es incomparable. La Ciénaga es un territorio enorme, lo que ha hecho la Revolución, le ha cambiado la forma de vida a su pueblo.
-Un período importante también resultó su labor en el Comité Militar de Sagua la Grande…
Con los jóvenes trabajé mucho, los recibía con 17 y 18 años, en el Comité Militar de Sagua, me convertía en el padre, le ofrecía mi experiencia. Recuerdo con mucha alegría esa etapa. Los jóvenes me apreciaban y me exigían. Muchos después siguieron en la vida militar y otras profesiones.
-A la juventud de hoy, algún mensaje…
Les digo que tienen que ser muy disciplinados con el cumplimiento del deber con la patria, al igual que los convencidos que lo demostraron en Playa Girón.
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