Para la entrega del Balón de Oro de 2016, la revista fundadora del galardón, France Football, y la FIFA anunciaron su ruptura, luego de seis años entregando el premio de conjunto. Cuando en 2010 la Federación de Fútbol se sumó al patrocinio del máximo reconocimiento individual para este deporte, cambió la manera de votar y a los periodistas se sumaron también los entrenadores y atletas.
La alianza duró muy poco y la revista decidió separarse sin dar claras explicaciones sobre la polémica noticia. Pero, ¿qué hubiese pasado si France Football y la FIFA jamás se hubiesen aliado? ¿Quiénes hubiesen ganado el Balón de Oro en sus últimas seis ediciones?
Sin dudas, la historia del fútbol fuera otra. El argentino Lionel Messi no habría llegado a la increíble cifra de cinco Balones de Oro. Justo el mismo año que la FIFA intervino y cambió el modo de las votaciones, se entregó uno de los premios más polémicos desde su creación en 1956.
En 2010 Messi tuvo una desastrosa participación en el Mundial de Sudáfrica, donde no anotó ni un solo gol y su selección salió goleada 4-0 por Alemania en cuartos de final. Por el contrario, sus compañeros del FC Barcelona, Andrés Iniesta y Xavi Hernández, brillaron con España al ser dos de las piezas claves en la conquista del primer Mundial par los ibéricos. Por si fuera poco, el mediapunta Wesley Sneijder fue el cerebro y la inspiración del Inter de Milán que alcanzó el triplete por primera vez en su historia, al derrotar en la final de la Champions al Bayern Munich y en las semis al FC Barcelona. El mismo Sneijder fue uno de los líderes goleadores del Mundial con cinco tantos y llevó a Holanda hasta el subcampeonato. Pero el Balón de Oro lo ganó Messi.
De mantenerse el formato tradicional de France Football el lauro hubiese sido para Sneijder por amplia diferencia con 293 puntos, sobre los 229 de Xavi y los 226 de Iniesta. A la polémica de ese curso se sumó que, por primera y única vez, varios de los votantes declararon que la lista de las papeletas publicada por la FIFA no se correspondía con la realidad.
Luego en el 2011 y 2012, cuando Messi ganó el reconocimiento sin discusión alguna, todos coincidieron, o sea capitanes, entrenadores y periodistas lo vieron ganar. Pero los debates sobre la entrada de la FIFA en el Balón de Oro y el cambio en el sistema para elegir al vencedor cobraron nueva fuerza en el 2013.
Esa temporada no hubo ninguna competición importante de selecciones nacionales. Por tanto, la decisión dependería de la actuación en los clubes.
Cristiano Ronaldo había ganado todos los títulos de menor valía que el Balón de Oro, dígase Mejor Jugador de la UEFA, World Soccer, Globe Soccer Awards, Mejor Goleador del Mundo según la IFHHS y Pichici de la Liga Española. Pero el francés Franck Ribèry había sido el líder del Bayern Munich, que también consiguió ese año el triplete, tras vencer al Borussia Dortmund en la Liga de Campeones. Aunque Ribery corrió mejor suerte que Sneijder, su tercer puesto por detrás de Cristiano y Messi, parecía demasiado poco.
“El Balón de Oro ya no es para el mejor jugador. Es todo por política”, sentenció un molesto Ribèry luego de conocerse que CR7 había sido el elegido.
En 2014 y 2015 tampoco hubo discusión. Cristiano se salió y fue el líder del Real Madrid en la consecución de la ‘Décima’, y Messi hizo lo mismo un año después en la ‘Quinta’ del Barça.
Si la FIFA nunca hubiese intervenido en las votaciones Messi tuviera cuatro premios y Ronaldo dos. Además Sneijder y Ribèry figuraran entre los ganadores. No obstante, “agua pasada no mueve molino”, dice el refrán.
Para la próxima entrega se retomará el viejo método de France Football y la esperanza de que injusticias como las de 2010 y 2013 no se vuelvan a cometer. Los especialistas normalmente se decantan por los logros colectivos. Si se mantiene esta tónica Cristiano, al liderar al Real Madrid en la conquista de su ‘Undécima’ Champions y a Portugal en la consecución de su primera Eurocopa, debe ganar sin dificultades.
Antoine Griezmann, subcampeón de ambas lides con el Atlético y Francia respectivamente, podría secundarle y el siempre favorito Lionel Messi, pese a su nuevo fracaso con Argentina en la Copa América, ha iniciado el curso 2016-17 en muy buen estado de forma.
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