En otro juego de ofensiva maniatada, los colegiales de Estados Unidos consiguieron hilvanar un rally de cuatro carreras a costa de dos relevistas sobreutilizados(Liván Moinelo y Miguel Lahera), y empataron a par de éxitos por bando el tope que sostienen contra Cuba al mejor de cinco juegos.
Como la víspera, pero no en el Latino sino en el Capitán San Luis, el sexto episodio resultó decisivo en la porfía. El zurdo pinareño dejó las bases llenas y en su auxilio fue convocado el diestro de Artemisa, que regaló un boleto para la primera anotación de la visita, y después soportó un doble limpiador de bases salido del bate del hombre proa, TJ Friedl.
Así, con el score 4×0, a los dirigidos por Machado les quedó la tarea del indio –habida cuenta de su persistente ineficacia con el madero en ristre-, y aunque más de una vez amenazaron con la remontada, apenas se limitaron a pisar una vez el pentágono en el séptimo, combinando hit de Jeferson Delgado, wild pitch y sencillo remolcador de Yosvani Alarcón.
Por cierto, Delgado sonó tres indiscutibles en el duelo y continuó siendo la bujía ofensiva de la tropa. Ha ganado confianza, y hoy mismo lo probó en su primera visita al plato cuando el abridor JB Bukauskas –un pitcher durísimo- trató de intimidarlo con una recta pegada al codo y él, entero en home, le sopló un cohete con malas intenciones al siguiente lanzamiento.
(A estas alturas del dual meet los locales solo han producido 17 hits, una decena de ellos salidos de la actuación conjunta de Delgado y el cuarto bate William Saavedra).
Entre los detalles a destacar del desafío hay que apuntar el magnífico fildeo del camarero Dainer Gálvez en la cuarta entrada, así como la defensa impecable del torpedero estadounidense Dalton Guthrie, sobre todo en la conexión hacia el ‘hueco’ que le degolló al propio Gálvez. Además, los doble plays logrados por los norteños en los dos capítulos finales para proteger el marcador.
Positivo: El momento de forma de Jeferson Delgado y la defensa visitante del lado izquierdo del infield.
Negativo: La altura de la hierba en el terreno.
Preocupante: El brazo de Liván Moinelo, muy joven, muy endeble físicamente, demasiado utilizado.
Incomprensible: Los ¡tres intentos consecutivos de squeeze play! ordenados por el manager norteamericano deben clasificar como un Record Guinness.
Recomendable: No echar en saco roto aquellas encomiables intenciones de devolver la torre del right field al estadio de los verdes.
0 comentarios