Estos últimos ocurren principalmente en las primeras dos decenas del período, cuando las precipitaciones dependen de la influencia de los sistemas migratorios de la zona tropical, tales como las ondas y las bajas tropicales, así como también de su  interacción con sistemas de latitudes medias.

 Los meteorólogos cubanos confirmaron en esta capital que el mes de junio es como promedio el más lluvioso del año en Cuba, sobre todo asociado a eventos de esa naturaleza durante varios días.

Sin embargo, la presencia directa de los ciclones tropicales es poco frecuente, pero cuando ocurren suelen producir grandes precipitaciones, según el Boletín de Vigilancia, del Centro del Clima, del Instituto de Meteorología.

En el sexto mes del año comienza la etapa de gran actividad de las tormentas eléctricas, aunque no simultáneamente en todas las regiones y se manifiestan por un gradual incremento de sus estallidos, principalmente durante la tarde y primeras horas de la noche, en combinación con el calentamiento diurno.

No obstante, en los últimos 10 años junio se presentó con valores deficitarios en los totales de lluvia, en particular desde 2008 hasta 2011.

Normalmente, su temperatura media se incrementa con respecto a mayo y en ocasiones es muy caluroso.

Así lo evidencian las estadísticas, según las cuales, en la década pasada se comportó con mucha frecuencia más cálido que lo normal, como fueron los casos de 2008, 2010, 2015, por sus temperaturas mínimas, con anomalías muy por encima de la norma en gran parte de la nación.