El arte de la captura de la langosta
Por: Bárbara Fortes Moya
Cuando aparecen los primeros destellos del sol en el horizonte, inicia la captura de la langosta, que se extiende hasta las tres o cuatro de la tarde.
Los pescadores parten muy temprano, dice Miguel Martínez, patrón de la embarcación LP18 dedicada a esta faena, en la zona de Marillanes a Playa Esquivel en Isabela de Sagua.
Hijo del conocido Miguelón, jubilado y experto en la captura de langosta, explica que la veda del crustáceo dura 90 días, actualmente preparan condiciones, en la reparación y mantenimiento de los barcos de la flota y de las artes de pesca, para el levante el venidero 1 de julio y hasta mediados de febrero.
El plan previsto para 2016 es de 105 toneladas y lograron capturar unas 7,8 entre los meses de enero y febrero de este año. Para la captura de la langosta emplean nasas grandes, jaulones de malla, los pescadores se zambullen y las extraen del mar.
En el centro de acopio Marillanes, se pesa y clasifica las langosta para el traslado en La Enviada hasta la Isabela y de ahí en camiones termos hacia la industria en Caibarién, donde se seleccionan y procesan para la exportación.
Estos hombres de mar saben lo que significa su labor para la economía, en el mercado internacional se comercializa una tonelada de langosta a unos 13 000 dólares aproximadamente.
Disfrutando de una agradable brisa y el vaivén de las olas, le digo un hasta pronto a Miguel (hijo) y a su padre, que como buen pescador, no puede estar alejado del mar.
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