Olga Tañón en Santiago: abrazo caribeño
«Pueblo de Cuba, cuentan con una servidora como Olga Tañón y su familia».
Con ese mensaje de la artista, secundado por un coro de voces infantiles entre las que se encontraba su hija Gabriela, se desataron dos horas de dar y recibir, en las que la pasión en escena de la Mujer de Fuego venció el inclemente sol santiaguero de las tres de la tarde y se conectó con un público que bailó, coreó más de 18 temas antológicos de su repertorio y reciprocó su entrega con las más disímiles muestras de cariño.
El elenco de profesionales y estudiantes santiagueros de las escuelas de arte, Qva Libre y Descemer Bueno brillaron a la altura de la ocasión. Las lágrimas y el regocijo espiritual expresado por la Tañón signaron el sentimiento de una tarde que no pudo eclipsar ni el violento aguacero que puso fin adelantadamente al concierto.
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