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A mi Entender

Presencia imborrable de Camilo en Sagua

Camilo Cienfuegos Gorriarán, el Señor de la Vanguardia”, se vinculó con Sagua la Grande, después del triunfo de la Revolución. Visitó  la ciudad, el 28 de junio de 1959 y en esa oportunidad pronunció dos discursos al pueblo, uno frente al Parque La Libertad, en la calle Martí, en apoyo a la Reforma Agraria y otro en el Cementerio local, en honor a los Mártires del 9 de Abril.

 En sus palabras enardecidas, exhortaba a la población sagüera a apoyar con fuerza a la naciente Revolución.También  estuvo en La Villa del Undoso, el 18 de julio de ese mismo año y  habló a los pobladores desde el segundo piso, del edificio que hoy ocupa la Unión de Jóvenes Comunistas. 

 En sus palabras enardecidas, exhortaba a la población sagüera a apoyar con fuerza a la naciente Revolución. También  estuvo en La Villa del Undoso, el 18 de julio de ese mismo año y  habló a los pobladores desde el segundo piso, del edificio que hoy ocupa la Unión de Jóvenes Comunistas

Pero, Camilo, en otras ocasiones, que venía a Sagua la Grande, visitaba el poblado de Isabela y  le gustaba ir al Caney El Miramar, un restaurant  sobre pilotes dentro del agua que había en La Punta, recuerda Marino Rodríguez, quien fuera el práctico principal del Puerto de Isabela, durante muchos años, y  tuvo el privilegio de conocer al Señor de la Vanguardia.

 

“Al acto que realizó en Sagua, tuve la oportunidad de llevar a un grupo de niños que formaban el cuerpo de grumetes, en esa etapa,” destacó con aire de remembranza, Marino Rodríguez.

“En El Miramar, solía reunirse con algunos compañeros, era muy jaranero, alegre, afable, maldito. Allí lo visitaban muchos  jóvenes que le pedían su autógrafo  y hasta una jovencita se puso un día su sombrero.

Recuerdo en una ocasión cuando Monguito, quien bebía mucho, y le gustaba hacer discursos, Camilo lo subió a la tarima y le dijo: Pártele la ziquitrilla a los yanquis,  y comenzó a reír. “

 Según recuerda Marino Rodríguez, en aquellos momentos, en su casa, había un álbum de postales con imágenes de la Revolución y sus dirigentes. Una de las hijas de Marino, llevó el álbum hasta donde estaba Camilo y él sobre la foto de Urrutia, hizo una X, como signo de rechazo.

Este álbum, a pesar de que ya está en mal estado, aún se conserva y forma parte de las colecciones del Museo Histórico General José Luis Robau de Sagua la Grande.

Al respecto del fatídico accidente del 28 de octubre describe Marino:“Participé  en la búsqueda desde Isabela a Cayo Romano. Al llegar a Cayo Guillermo, había un barco grande fondeado y caería la noche antes de llegar a Cayo Francés y decidimos quedarnos allí. En nuestra estancia, nos contó  un pescador que le llamaban el Cojo Guerra,  que habían visto un avioncito que quería aterrizar en Media Luna, un cayo frente a Guillermo, pero se nos perdió, fuimos buscar, pero no hayamos nada.

Aquello fue una locura de pueblo, salieron varios barcos por todas las zonas, se inició la búsqueda por dos semanas llenas de angustia, hasta que ya en Cayo Francés, escuchamos  la noticia oficial en voz de Fidel, de la desaparición del Héroe de Yaguajay.” Así culminó su relato, Marino Rodríguez, antiguo práctico principal del Puerto de Isabela, quien conociera a Camilo Cienfuegos por sus visitas a Sagua La Grande.

Ciudad que dobló su dolor al perder junto a Camilo, al Primer Teniente Luciano Fariñas Rodríguez, sagüero de nacimiento, quien se desempeñaba como piloto del avión que colapsó.

A 56 años de la irreparable pérdida, sigue vivo entre nosotros, el hombre de la sonrisa amplia, Camilo Cienfuegos Gorriarán,  hombre excepcional e imprescindible, en el proceso revolucionario cubano.

Cada 28 de octubre, niños, jóvenes y pueblo en general  arrojan flores a los ríos y al mar en su memoria.

  • Agradecimientos a Marino Rodríguez González, ex práctico principal del Puerto de Isabela, por su valioso testimonio.

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