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A mi Entender

Víctor Mesa de regreso

Pasada la mitad del calendario de la Serie Nacional, el campeón nacional sigue de líder, mientras que se anunció que Victor Mesa tomará las riendas del equipo Cuba para el torneo Premier-12

Ya la primera parte de la 55 Serie Na­cional pasó por el ecuador de su calendario y en pleno último segmento, tres elencos, Ar­te­mi­sa, Camagüey y Mayabeque, difícilmente pue­dan salir de esa incómoda posición so­tanera, mientras al trío vanguardista comandado por el actual campeón defensor Ciego de Ávila, Industriales y Granma, al pa­recer no hay quien los baje de la azotea del estado de los equipos. Los otros diez están en férrea lucha por llegar a la segunda fase, don­de ocho buscarán avanzar a la disputa del cetro.

Nótese en la tabla de ganados y perdidos que entre el cuarto y decimotercer puesto solo hay una diferencia de cinco juegos, quedándole a la mayoría de los conjuntos entre 21 y 22 partidos por celebrar. Si bien la temporada adolece de las virtudes de peloteros de clase, dada la renovación de los rosters, lo cierto es que la paridad la ha dotado de expectativa y enconadas pugnas por la clasificación.

En ese ambiente de cerradas porfías, la campaña compila un average ofensivo de 274, con Industriales por encima del nivel con sus 333, único por arriba de 300, escoltado por Matanzas (293) y Las Tunas (291); la defensa alcanza un discreto 975, pero lo de Villa Clara es de excelencia con 989 y los otros dos que pasan de los 980 son In­dus­triales y Matanzas, 981 ambos. Por cierto, so­bre los yumurinos, la Di­rec­ción Nacional de Béisbol acaba de anunciar que el mentor de ese plantel, Víctor Mesa  Martínez, ha sido designado como timonel del equipo Cuba al principal certamen del béisbol internacional del año, el Premier-12.

Desde la lomita de lanzar el promedio de carreras limpias por juego del torneo es de 3,75 y Ciego de Ávila (2,50), Villa Clara (2,54) y Pinar del Río (2,93), son los que han podido bajar de 3.00. Los lanzadores acumulan 1 701 ponches y 1 349 boletos y, ojo, de esa cifra de transferencias, los relevistas aportan el 48 % (exactamente 648), mucho si se tiene en cuenta su condición de asegurar un resultado y que trabajan menos que los abridores, fundamentalmente en el último tercio del desafío.

Si a las bases por bolas les sumamos los pelotazos (225), más las transferencias intencionales (252) y le adicionamos los errores (363), arrojaría un resultado de 2 189 corredores que entran en circulación sin pegar de jit. Para tener una idea de lo que significa el descontrol, comparemos ese dato con la cantidad de imparables de la campaña que es de 3 321. Huelgan los comentarios.

En la pasada edición de Tirándole señalábamos lo incomprensible de que un equipo juegue en una provincia y se hospede en otra, aun cuando estas fueran las de Cienfuegos y Villa Clara. Esta última debió acoger a los Industriales, pero no ocurrió así, quedándose los capitalinos en la Perla del Sur y viajar tres veces hasta el Sandino naranja. Dijimos entonces, que lastraba la calidad de la Serie y en consecuencia el espectáculo.

Sin embargo, recibimos la carta del ingeniero Eduardo Navarro Ramírez, director comercial de Isla Azul en la provincia villaclareña, la cual agradecemos y en la que nos dice que la sede del hotel Hanabanilla estaba lista para albergar a los azules, como siempre ha sido con todos los equipos, pero que los In­dustriales decidieron quedarse en el Pasa­ca­ballo cienfueguero.

No obstante, la comunicación que nos lle­gó de esa situación, por parte de la Direc­ción Nacional de Béisbol, dice así textualmente:

DIRECTIVOS DE LA SERIE NACIONAL
DE BÉISBOL NO.55
Compañeros:
Teniendo en cuenta las dificultades que presenta el alojamiento en la provincia de Vi­lla Clara se ha determinado que en  la sub serie de este equipo frente a Industriales (23, 24 y 25 del mes en curso) se efectúe a las 2:00 p.m., ya que el traslado en horas nocturnas entre el estadio Sandino y el hotel Pasacaballo, resulta altamente peligroso.

Sistema Competitivo DNB

Fin de la cita y aclarado el problema, pasamos a otro aspecto que debiera solucionarse para futuros formatos o venideras temporadas y es el de no dejar sin béisbol los fines de semana. Si queremos contribuir a nuestro pa­satiempo nacional, que sea el más grande de nuestros certámenes, ¿cómo dejar a los sábados y domingos huérfanos de bolas y strikes?

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