Calles habaneras acogen a decenas de miles de personas
En su condición de católicos muchos llevan pullovers, pancartas y afiches alegóricos a la ocasión, y también lo hacen cientos de peregrinos de diversos países, que viajaron a La Habana para agradecer al Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, sus prédicas a favor de la paz, la solidaridad y la hermandad entre las personas y pueblos.
Medios radiales y televisivos locales y extranjeros, incluidas las redes sociales en Internet, dan cuenta de ese ambiente de entusiasmo, seriedad, disciplina y respeto con que el pueblo cubano acogerá hoy las palabras del jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, a quien desde su llegada a Cuba el sábado se le tributó un cálido recibimiento popular.
Sin desconocer los grandes desafíos que debe enfrentar la humanidad como las guerras, crisis económicas y migratorias, desajustes medioambientales, distribución desigual de las riquezas y “un sistema internacional injusto e inmoral, que ha globalizado el capital y convertido en su ídolo al dinero”, tal cual ha dicho el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, la visita del Papa Francisco para muchos no deja de tener cierta dosis de festividad.
La Plaza de la Revolución y sus alrededores visten sus mejores galas, como también lo hacen los restantes sitios de La Habana, Holguín y Santiago de Cuba, en los que el Obispo de Roma cumplimentará un programa de actividades.
Gracias a todos los que se han esmerado para preparar esta visita pastoral, dijo su Santidad a su arribo a La Habana, al ser recibido por el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
El propio Raúl le vaticinó que se encontrará con un pueblo trabajador, instruido, abnegado, generoso, con profundas convicciones, valores patrióticos, dispuesto a continuar su heroica resistencia y a construir una sociedad que garantice el pleno desarrollo, de mujeres y hombres, con dignidad y justicia.
Y así ha sido desde que pisó la tierra de José Martí, el más universal de los cubanos y discípulo del sacerdote, maestro y patriota Félix Valera Morales.
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