Strike 3: Con parche y a la riposta
En el segundo extrainning consecutivo del “play off de Peter Pan”, el pirata de Isla de la Juventud volvió a batir al cocodrilo de Matanzas, esta vez luego de remontar tres carreras de desventaja en el último tercio de partido. El Labra, ya se sabe, es un infierno para sus visitantes.
Highlights
*La Isla cayó pronto sobre el zurdo Cionel Pérez, que se fue tras sacar solo dos outs. Jorge Luis Barcelán, a quien pensé que transferirían con la inicial vacante, pegó hit al centro que trajo dos carreras, y después un error de Yurisbel Gracial abrió las puertas a otra anotación. Tan temprano como de madrugada, Víctor Mesa tenía que echar mano de su maltrecho staff de relevistas.
*Quién sabe si por la presión del graderío adverso, quién sabe si por instrucciones del dugout, Matanzas atacó siempre los primeros envíos en la entrada de apertura. No obstante, el equipo corrigió la mira en el episodio siguiente y enseguida aprovechó la exagerada ausencia de comando de Darién Núñez. Dos bases en sucesión, un hit, y adiós al líder ponchador del campeonato. A la postre, los rojos alcanzaron el empate por la siempre emotiva vía del squeeze play, e inclusive se fueron arriba gracias a la inexactitud de Yusnel Ibáñez sobre la conexión al derecho de Ariel Sánchez.
*Pese al revés, entiendo que el manager yumurino explotó con precisión las pocas garantías que ofrece su bullpen. Adrián Sosa le trabajó de maravillas cinco entradas –inteligente con el repertorio, dosificado con la velocidad, atinado en los ángulos de salida de la bola-, y a la altura del séptimo, delante en el score, debió recurrir al desfile. Yoani Yera regaló un boleto y en su lugar salió Yadier Echavarría, un derecho lateral al que Michel Enríquez le soltó el bate y se apuntó un hit de pura picardía. Entonces vino Noel Ortiz a apaciguar a Luis Felipe Rivera, y asumió Yasmani Insua frente a Barcelán. Así y todo, los pineros lograron ponerse a una carrera del empate gracias a un doble error (mental y en tiro) de Yadiel Hernández. A falta de seis outs, mientras Matanzas carecía de buenas opciones para escalar el box, los locales aún podían apelar a Danny Aguilera y Héctor Manuel Mendoza.
*El encuentro se empató en el noveno, con dos outs. Orlando Arencibia, el tercer hombre que se ponía los arreos matanceros, no pudo retener el disparo que pondría out en la goma al antesalista pinero, y en ese justo instante todo el mundo supo –menos los optimistas entre los optimistas- que la tortilla acababa de virarse de cara a los dueños de casa, quienes acostumbran a ser casi invencibles en sus predios (cinco reveses en toda la segunda etapa) y en los juegos que se van más allá de nueve entradas (10 éxitos de 11), además de que dan la sensación de estar más enfocados en el choque pese a tanta exigencia de la grada bonita que les exige y premia.
*El duodécimo round tuvo tres momentos que no puedo omitir. Uno, la línea de Gracial que fildeó Jorge Tartabull con dos corredores en el circuito, no por lo complicado del engarce mismo sino por su inesperada –yo diría que mágica- ubicación en el diamante, jugándole cortísimo a un bateador que habitualmente lleva lejos la Mizuno. Dos, el lanzamiento wild del relevista Félix Fuentes en medio de una base intencional, que provocó un abrupto cambio de estrategia al poner la carrera decisiva a 90 pies del plato. Y tres, el hit en dos strikes del propio Tartabull a costa de un rompimiento de Yanier Blanco, cuya audacia en el box no encontró recompensa.
*El play off Isla-Matanzas ha entrado en un pasaje clave, pues mañana los subcampeones nacionales tendrán que salir a matar o morir para, cuando menos, asegurar el regreso al Victoria de Girón. José Luis Rodríguez Pantoja, pausado y efectivo, podría depender nuevamente de Ulfrido García, al tiempo que sus huéspedes quizás recurran a Ramón Licor, un zurdo desgarbado que ha hecho suya la confianza del mando matancero.
Positivo: La calma tibetana con que encaran los pineros cada desafío. No pierden los papeles, no se arrugan. Tal parece que se sienten cómodos peleando a la riposta.
Negativo: Es francamente lamentable que Darién Núñez no progrese en materia de control. Alto, zurdo, veloz… pero no tira strikes.
Preocupante: Algo anda muy mal en un béisbol donde, en pleno play off, el abridor del primer juego debe ser llamado a relevar en el tercer partido.
Incomprensible: Que la Isla, con tanto que lo merece, no pueda acoger juegos nocturnos.
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