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A mi Entender

Un júcaro sin igual

Por Bárbara Fortes

Sagüero logra un bonsái de un júcaroJuan Miguel Larrea es un hombre que ama la naturaleza. A pesar de vivir en una casa pequeña, en el corazón de la ciudad de Sagua la Grande, decidió convertir la terraza de la parte superior en un patio muy singular.

Entre las maravillas que acoge este espacio verde destaca un júcaro de 27 años, cultivado con las técnicas del bonsái, una experiencia única en Cuba.

Este árbol muy robusto se desarrolla en plena naturaleza abunda en costas bajas, humedales y desembocaduras de los ríos. Se encuentra con frecuencia formando montes puros o jucarales con alguna mezcla de otros árboles como el ocuje, el roble y la palma cana.

El nombre científico es bucida bruceras  y pertenece a la familia botánica de las combretaceae.

Por aquel entonces, en 1987, en áreas de  la costa cercana a la  playa Uvero, al norte de Sagua la Grande, recogió la plantica de unos 10 a 12 centímetros de alto.

Lo trascendente es esta especia de árbol alcanza hasta 25 metros de altura, pero Larrea ha logrado adaptarlo como bonsái y en un hábitat muy diferente al que se desarrolla normalmente. Actualmente este júcaro bonsái mide unos 80 centímetros de altura.

bonsái de júcaro

Sus flores son muy pequeñas, sin pétalos y en espigas. Los frutos son reducidas drupas cónicas con una sola semilla que suele ser destruida por insectos, por tal motivo la capacidad germinativa resulta muy baja.

La madera es de color pardo amarillento o verdoso, uniforme, de textura media, muy dura, pesada y durable; mientras que la albura es de color pardo claro o amarillo pardusco. 

Lograr esta especie es muy difícil, lo mantuvo en vivero por cerca de un año.
A partir de ese momento recibió el tratamiento técnico que requiere un bonsái (corte de raíces) cada 2 años. La  etapa de recuperación contempla  exponer el júcaro al sol desde las primeras horas de la mañana.

Su crecimiento depende de varios factores, incluso afirma Larrea, no puede determinarse que cada año crezca.

El clima influye mucho pues en el período de sequía se deprime. Sin embargo, son incontables las horas que ha dedicado durante estos 27 años este sagüero que siente verdadera pasión por la naturaleza. Con palabras muy sentidas expresa que para él uno de los regocijos más grandes de su vida es contemplar  la  vitalidad  y esplendor de este júcaro, sin igual.

bonsái de júcaro

1 comentario

Verónica -

La maravilla que brota de la naturaleza esta vez ha sido posible gracias al esfuerzo de este hombre incansable. Juan Miguel Larrea a través de este bonsái ha demostrado a lo largo de 27 años su amor por la vida y por las plantas. Excelente e interesante artículo Bárbara Fortes, de estos temas no se publica apenas nada y mucha gente hasta desconoce estas técnicas. Muchas gracias por este aporte.