Canadá confiere título Honoris Causa a Carlos Varela
El cantautor cubano Carlos Varela recibió el título de Doctor Honoris Causa en Leyes por la Universidad de Queen, durante una ceremonia de investidura que tuvo lugar en el histórico Grant Hall de esa prestigiosa institución canadiense fundada en 1841.
La distinción, según el comité de selección de la propia universidad, se otorga a individuos que han hecho notables contribuciones a la vida de las personas en todo el mundo, ya sea en el sector académico, empresarial, político, la investigación científica o las artes.
En el caso de Varela, el claustro quiso reconocer su destacada carrera como músico y su devoción a la sensibilización de la historia cubana, la política y los conflictos a través de la música.
Durante sus palabras de agradecimiento el músico dijo: “Ya sé que una canción no puede acabar con el largo y obsoleto conflicto entre Cuba y Estados Unidos, tampoco puede borrar el odio, las guerras, el hambre, el racismo, la homofobia, el abuso contra los animales, el calentamiento global, la violencia, la intolerancia, ni mucho menos cerrar el agujero de ozono; pero una canción sí puede penetrar el corazón de la gente, que al final son los que habitan y deciden, para bien o mal, el destino de este mundo.”
Su intervención concluyó con una conmovedora interpretación de “Muros y puertas”, que provocó una extensa ovación por parte de todos los presentes.
Autor de muchos otros temas antológicos como: “Guillermo Tell”, “Una Palabra”, “Como los peces” y “Habáname”, Varela se considera uno de los autores más relevantes de Hispanoamérica y sus canciones ya son parte inseparable de la banda sonora de más de una generación y de la cancionista cubana.
Palabras de agradecimiento de Carlos Varela:
Buenos días.
Mi nombre es Carlos Varela, soy un cantautor cubano que vive en La Habana.
Si alguien se pregunta qué hace un músico cubano recibiendo un doctorado honorario en Queens no se preocupen, yo también me hago la misma pregunta.
Me gradué de la Universidad de las Artes en Cuba en la especialidad de Teatro, pero desde los 8 años supe que quería ser músico y es lo que he hecho toda mi vida. De cualquier manera, ahora que no se venden discos, no me viene nada mal tener un doctorado en leyes.
Sé que es un día especial para muchos de lo que están aquí. Para mí también lo es.
Que una institución con el prestigio de Queens haya decidido reconocer mi modesta contribución al oficio de la canción es algo para sentirse profundamente honrado.
Sé que más que un elogio a mi persona, este reconocimiento es a la música.
¿Como imaginarse un mundo sin música?
Yo escribo canciones para no volverme loco. Es mi manera de comunicarme, de compartir mis sentimientos y preocupaciones, celebrar la vida, enfrentar tormentas y convertir mis sueños y fantasías en realidades.
Ya sé que una canción no puede acabar con el largo y obsoleto conflicto entre Cuba y Estados Unidos, tampoco puede borrar el odio, las guerras, el hambre, el racismo, la homofobia, el abuso contra los animales, el calentamiento global, la violencia, la intolerancia, ni mucho menos cerrar el agujero de ozono; pero una canción si puede penetrar el corazón de la gente, que al final son los que habitan y deciden, para bien o mal, el destino de este mundo.
Con vuestro permiso entonces, quisiera compartir este reconocimiento con todos los músicos cubanos, estén donde estén, en el cielo y en la tierra y también con los muchos hombres y mujeres de mi país que igualmente contribuyeron alguna vez con dignificar el derecho a ser libres y diferentes, defendiendo el arte y otros caminos del espíritu, pero que a cambio, hasta ahora, solo han recibido la indiferencia, el silencio y el olvido.
Gracias nuevamente a Queens por reconocer el valor de la música en tiempos como estos, donde es más común premiar el éxito que la relevancia.
Gracias especialmente a:
Al Sr Rector Daniel Wolf,
Gracias también a: Susan Lord, Cathie Krull, Zaira Zarza, Karen Dubinsky
…cuatro profesoras, que enseñan el curso sobre la Cultura de Cuba, y que cada año llevan alumnos canadienses a nuestro país, para conocer su historia, su música y su gente.
Como prefiero que me recuerden como músico y no como orador, permítanme entonces devolverles su grandísima gentileza, cantándoles una canción.
iMuchas Gracias!
(Con información de Habáname)
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