Un compromiso de lucha y tres agradecimientos de Fernando
Las primeras imágenes fueron los abrazos, el del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Raúl Castro Ruz, el de su madre Magali Llort, el de su esposa Rosa Aurora, el de las hermanas, y el de otros dirigentes de la Revolución. También el del hermano de lucha de largos años de encierro, René González.
Casi al mediodía del viernes 28 de febrero, Fernando González Llort llegaba a la Patria, y en ese tierno y emocionado cerco de amor estaba todo el pueblo cubano que reconoce y admira su firmeza, la de los Cinco.
Luego, su declaración de fe y de continuidad en la lucha. Escuchar en la voz resuelta: «La felicidad es difícil de describir, es inmensa y a la misma vez le falta un pedazo, el que está reservado cuando en este mismo lugar estén Gerardo, Tony y Ramón. Entonces será completa, cuando podamos reunirnos todos, los cinco, y disfrutar realmente la verdadera felicidad».
En medio de estos momentos emocionantes, rememoró de sus tres hermanos —que aún permanecen en prisión injusta—, y de René, al que ya acompaña en la Patria, que cuando no existía aún el movimiento de solidaridad, verlos a ellos, compartir momentos difíciles fueron siempre fuente de energía, por tanto, para ellos su primer agradecimiento.
Especialmente para las tres personas que no están, quienes permanecen en las prisiones de Estados Unidos, «no me están escuchando, pero me van a leer, quiero hacerle llegar el mensaje de agradecimiento».
Y enfatizaba: «No saben ellos ni siquiera cuanta energía nosotros obtuvimos en aquellos momentos de verlos a ellos, su actitud como enfrentaron las sanciones y después conocer como en prisión enfrentaban las situaciones. Por tanto, mi primer agradecimiento para mis tres hermanos y René que esta aquí».
Agradeció al pueblo de Cuba que durante 15 años, 5 meses y 15 días acompañó su lucha y seguirá acompañando la de Gerardo, Ramón y Tony hasta que regresen.
Con esa modestia de los Héroes, quien tiene que recibir todos los honores de la dignidad, pide disculpas a quienes le escribieron y no pudo responderles sus cartas de estímulo para enfrentar la dura e injusta situación a que estuvo sometido, es especial a los niños, los jóvenes y los ancianos.
Por supuesto, agradeció a las autoridades, a la prensa, en el trabajo de difundir la verdad, en el que hay aún mucho por hacer. «Todos lo sabemos y estamos en la disposición de hacerlo».
Hay que hacerlo para que se cumplan sus palabras de que solo cuando regresen los Cinco, la felicidad y la libertad serán completas.
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