Blogia
A mi Entender

Adiós dorado completa el palmarés de Roger Machado

Tal y como ocurrió en el torneo beisbolero de Rótterdam, Holanda, donde hace casi dos meses se coronó el equipo de las estrellas Occidentales de Cuba, al mando de Yovani Aragón como manager novel, ahora también lo hizo Roger Machado con el conjunto de Ciego de Ávila en el World Baseball Challenge 2013, en Canadá.
   Aunque las características de las selecciones participantes y el sistema de competencia de uno y otro torneo tuvieron diferencias notables entre sí, lo cierto es que los representantes de la provincia avileña no dejaron lugar a dudas de su condición de monarcas nacionales en la Serie Nacional 51, ni hicieron quedar mal a quienes apostaron por la participación de este tipo de elencos en tales eventos.


   Estímulo o experimento, lo cierto es que los de la tierra de la piña no creyeron en los fantasmas de las derrotas del plantel grande, acaecidas en los últimos años, en los cuales ni siquiera ha podido alcanzar un título en el área panamericana.

   A pesar de no tener todavía la forma adecuada para encarar un certamen, debido a la lejanía del inicio del torneo doméstico, los Tigres de Roger Machado se mofaron incluso al contar en su alineación principal con algunas figuras veteranas, más dispuestas de acogerse al retiro que a continuar regalando su sobrada calidad a sus más fieles parciales, los cuales resultaron puntales básicos para obtener el título en la justa norteña.

   Tales son los casos del segunda base Mayito Vega, el jardinero Ricardo Bordón y el receptor Lisdey Díaz, quien dirá adiós para la próxima temporada junto a su timonel Machado, guía fundamental del conjunto avileño desde su época como jugador y ahora como director, capaz de arrebatar el título a uno de los cuatro grandes de la pelota cubana, como Industriales, pese a no contar con la etiqueta de favorito de los especialistas.

   Por ello, con el juego alegre y unido, los pupilos de Machado demostraron que su director no está en condiciones de decir adiós, por lo muy temporal de la decisión.

   Roger está listo para empeños mayores, pues con su visión del juego, conocimientos, carisma y profesionalidad, bien pudiera aportar, al mando de la selección nacional, los títulos añorados por millones de seguidores en la Isla y en todo el mundo.

   Muestra de ello, el sonado nocaut de 14 a cuatro ante la representación japonesa de JX-Eneos de Yokohama, en el desafío por la presea de oro del torneo canadiense, justa en la cual el equipo antillano apenas contó con los brazos de cuatro abridores y dos relevistas, fundamentalmente, para disfrutar en definitiva de seis éxitos frente a un solo revés.

   El descalabro sufrido por las huestes de Machado ante Taipei de China, también derrumbó el afán de la eterna victoria de una selección nacional a cuantos eventos asistan, más si este prácticamente nada determinaba para avanzar a la gran final, y reservar así, como bien hizo, sus mejores cartas para ganar el partido decisivo.

   Jugadas acertadas o desacertadas, decisiones polémicas o no, los cierto es que el ex receptor de equipos avileños y Cuba, ha sabido aglutinar durante sus años como mentor a un conjunto de jugadores con disímiles personalidades, sin excesos ni sobrados complejos, los cuales conlleven a la indisciplina dentro del terreno de béisbol.

   Valga entonces las felicitaciones a jugadores, cuerpo de dirección y a todos aquellos quienes hicieron posible, con su valentía, que todo cubano y aficionado a la pelota en la Isla saltara nuevamente de alegría como en aquellos tiempos gloriosos, cuando Cuba demostraba su total hegemonía.



0 comentarios