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II Festival del Bonsái

II Festival del Bonsái



El primer pabellón de bonsáis en la mayor de las Antillas fue inaugurado en La Habana por el excelentísimo señor Hiroshi Sato, embajador de Japón en Cuba, y la Doctora Ángela Teresita Leiva Sánchez, directora general del Jardín Botánico Nacional con lo cual se inició el II Festival del Bonsái de esa institución científico-recreativa.

Dedicado a exhibir y divulgar el arte del bonsái en Cuba, la funcional y atractiva instalación tiene como objetivo fundamental fomentar el crecimiento cultural y espiritual de los cubanos así como de todos los visitantes. Se pretende, de este modo, propiciar y favorecer la imperiosa necesidad de la conservación y protección del entorno.

En la actividad inaugural también estuvo presente el señor Tsukiyama Atsushi, Agregado Cultural en funciones, y segundo secretario de la embajada de Japón en Cuba.

La idea de la creación de este pabellón permanente surgió a partir del I Festival del Bonsái, celebrado el pasado verano, y en él trabajaron los prestigiosos diseñadores Eloy Barrios y Joan Barrios con la oportuna asistencia y colaboración de Eloy Alayón, Nancy González, Armando Agüero y Manuel Paniagua.

Teniendo en cuenta las características del lugar, Eloy y su hijo Joan junto a Nancy y Armando- todos bonsaístas- comenzaron una acuciosa búsqueda de información, a partir de la cual concibieron un diseño que aprehende de los conceptos y filosofía de las artes tradicionales japonesas.

Eloy Barrios precisó a Radio Rebelde que ninguno de los elementos de la construcción es fortuito sino producto de un minucioso estudio de la cultura nipona; de tal modo, encontramos, por ejemplo, una gran piedra que es un centinela, presente en los dojos y casas tradicionales de esa nación asiática; sobresale la utilización del bambú, las linternas y el camino (sandó) realizado con losas sexagonales, entre otros.

El pabellón está dividido en dos partes, en cada uno de los cuales existe un paisaje que tiene alrededor de cinco metros; en uno de ellos destaca el bambú, un espejo de agua, una pagoda y por la parte posterior una aldea, todas las figuras fueron trabajadas al detalle, en cerámica, por el escultor Ramón Martínez Díaz.

Evocar la vida, evocar el espíritu de la naturaleza es la esencia fundamental del arte del bonsái, cuyo origen se pierde, según los estudiosos, en el tiempo y como manifestación artística se remonta a la antigua China, en el siglo II a.n.e. bajo la denominación de Pentsai o Penjing. A partir del siglo VII tiene lugar su desarrollo y evolución a categoría de arte nacional en Japón con el calificativo de Bonsái, que significa árbol en bandeja o lo que crece en bandeja.

EI II Festival del Bonsái del Jardín Botánico Nacional, verdadera fiesta para la vista y el espíritu, está organizado por el Jardín Botánico Nacional y el Grupo de Bonsái Arte Vivo con el co-auspicio de la Sociedad Cubana de Botánica, el Centro Nacional de Áreas Protegidas y Mundo Latino.

Durante su desarrollo, tendrán lugar conferencias y talleres que comprenden también la exhibición y competencia de ikebana (arreglo floral japonés) y suisekis (arte de contemplar las piedras).

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