Cambio de chapas . Características de las matrículas
El nuevo sistema de chapas e identificación de vehículos habilita para los de motor, remolques y semirremolques un fondo blanco, con una letra, y seis números en negro.
Como medida de seguridad poseen un número e imágenes de la isla de Cuba en láser. En el extremo izquierdo se emplea una banda de color azul con la palabra Cuba en posición vertical para identificar a las personas jurídicas.
Se exceptúan de lo anterior los vehículos pertenecientes al sector oficial ( actualmente portadores de chapa blanca), diplomáticos, FAR y MININT.
Las letras que se utilizarán para identificar estos son:
A- Sector oficial (actuales matrículas blancas)
C,D y E- Diplomáticos
F- Vehículos de las FAR
M- MININT
K- Extranjeros
T- Renta al turismo
En el caso de las motos se aplicarán idénticos principios en cuanto al color y caracteres, pero utilizarán otra letra y cinco números.
Las dimensiones de las matrículas son 420 mm de largo X 110 mm de alto para los autos, y 200 mm X 140 mm en el caso de los motores.
Los carros de protocolo serán identificados, además, con una pegatina con marco azul oscuro y la palabra PROTOCOLO, mientras los pertenecientes a la prensa extranjera portarán otra pegatina con marco de color verde y las palabras P: EXT.
Ambas pegatinas se colocarán en el centro de la parte superior del parabrisas delantero.
Se elimina la identificación de las provincias por la primera letra de las chapas en vigor.
No se emplearán las letras I, S, O, Q, W, Z por la confusión que prestan con los números.
Las chapas de vehículos sustraídos o extraviados serán canceladas, y se asignarán nuevas con otra combinación alfanumérica, eliminándose las chapas provisionales.
Todo este proceso se ejecutará en tres etapas:
— Personas naturales (chapa amarilla) y diplomáticos. Desde el 27 de mayo con una duración de 20 meses.
— Personas jurídicas (chapa azul) durante 11 meses, una vez concluida la primera etapa en cada provincia.
— El resto de las personas jurídicas, con una duración de cinco meses.
Por Ricardo R. González
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