Cristiano: calidad precio, edad, show
Escrito por Amalio Moratalla
Nos pasamos el día hablando de la continuidad de Mou, de su calidad como entrenador, de su show y de su salario. Lo único que no es debate, a diferencia con Cristiano, es el tema de su edad. De un entrenador importa mucho menos, aunque hay veces que también empieza a ser relevante. Pero, por supuesto, no es el caso.
Y hablo de la edad de Cristiano, porque hace un par de meses que ha cumplido 28 (el 5 de febrero concretamente) y oigo voces de una ignorancia supina, que hablan de que ¡ojo con renovarle por más de dos o tres años, que empezará su declive! Y aunque tampoco soy de los que piensan que es inmortal, sí estoy convencido de que Cristiano será longevo en su vida futbolística: rentabilidad (goles) y honestidad.
No se arrastrará. Tiene demasiado orgullo profesional. Entrenará lo necesario para no quedar en evidencia en un contragolpe. Hablar de su estadística es aburrido. Sus números son incuestionables. Ni siquiera debatibles. Es preferible charlar de su juego. Es un ‘animal’ competitivo, valiente, completo, orgulloso y con muchísima más calidad de lo que parece. Sus detractores hablan de goleador; yo, de futbolista de leyenda. Como los toreros, domina todas las suertes: dos piernas, cabeza, fuerza Sigue sin ser cuestionable.
Si hablamos de dinero, que ya sé que está muy feo, le digo la verdad, no recuerdo lo que gana, pero me da igual. Es ese tipo de jugador al que, a diferencia de otros compañeros, no se le puede poner en duda. El típico refrán de ‘lo barato sale caro y lo caro, barato’. Pues eso. En este momento Cristiano Ronaldo puede pedir lo que quiera. Es la locomotora futbolística, el goleador, el mito, el que mantiene el tirón con la afición, la unanimidad personificada.
Y, para los que están esperando a que me pronuncie sobre lo sucedido en San Mamés, pues qué quiere que le diga. Recibió más de lo razonable y estuvo a punto de perder los papeles. Pero de la misma manera digo que ha cambiado radicalmente su actitud hace ya muchos meses. Cristiano siempre será un show y en ese paquete no vale todo. Ni los insultos (y no hablo del partido ante el Athletic), ni las reiteradas faltas, ni nada de lo que vemos que le sucede extrafutbolísticamente en muchos campos, aeropuertos, entradas de hoteles, etc. Y no me vale lo de que ‘quien siembra vientos, recoge tempestades’. Ya hace mucho que está centrado en el juego y en su rentabilidad como deportista.
Es un fuera de serie, un jugador al que echaríamos de menos (si se fuera) y al que tenemos la suerte de disfrutar cada domingo en nuestra liga. Los deberes ahora son para Florentino. Tiene que renovarlo. Debe hacerlo y sabe que el madridismo no concibe al equipo sin él. Una tarea mucho más ardua que llegar a un acuerdo económico es que entienda que aún le quedan dos años de contrato (hasta junio del 2015). Aunque para eso Florentino Pérez siempre ha demostrado una habilidad especial. Delante, esta vez, tiene ‘al Di Stéfano’ contemporáneo. Yo le diría: ‘Retírate de blanco y ya arreglamos los detalles.’ Esa sería mi frase. Lo que no sé es cómo lleva la ‘falta de felicidad’ que un día expresó en público el portugués.
De verdad, Cristiano es algo más, mucho más que goles. Dele una vuelta y verá que es así. Aunque no sea usted del Madrid, la evidencia le hará rendirse. ¿¡Qué entrenador no lo querría en su equipo!?... Pues esa es la respuesta.
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