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A mi Entender

Maternidad villaclareña sonríe en fin de año

 

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Por Ricardo R. González    

Foto: Carlos Rodríguez Torres

Villa Clara despedirá el 2012 con una tasa de mortalidad infantil preliminar de 4,8 por mil nacidos vivos al experimentar un 18 % de reducción de decesos en menores de un año (10 fallecidos menos), respecto a 2011.

Hasta el jueves el territorio registraba 4,9, aunque en cuestiones de natalidad las cigüeñas se alejaron esta vez, y totalizaron 7 mil 768 viajes, 542 menos que en el año precedente  

Según valoraciones de los expertos los municipios con estabilidad mantenida en los últimos dos años son: Quemado de Güines —el único territorio que cierra con cero como hecho que repite—, y Ranchuelo (2, 1), Encrucijada (3,5), y Santo Domingo, con 3,9.

Otro indicador destacable es la ausencia de decesos maternos gracias al trabajo sistemático de las maternidades de Santa Clara, Placetas, Remedios y Sagua la Grande, y a la colaboración de la 

Unidad de Cuidados Intensivos del hospital universitario Arnaldo Milián Castro, que atendió a más de 40 embarazadas en estado crítico.

La provincia cierra con una tasa de 6.0 por mil nacidos vivos en menores de cinco años, dentro de un mundo que reporta 51 decesos por idéntica proporción por cada doce meses transcurridos, en tanto el grupo de cinco a 14 años (2,7) incrementa los desenlaces a expensas de los tumores malignos, y nueve fallecidos como consecuencia de accidentes del tránsito.

El bajo peso al nacer, con 4,2 %, resulta el más bajo en los últimos tiempos y a nivel del país. Un privilegio si se tiene en cuenta que Suecia y Finlandia acumulan idénticos resultados.

A criterio del doctor Justo Rodríguez López, al frente del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en Villa Clara, todos los saldos obedecen al aumento de la exigencia y el control del trabajo dirigido a la gestante y la infancia a través de las consultas de riesgo preconcepcional,  y a los programas de genética dirigidos a la detección precoz de malformaciones congénitas, incluidas entre las causas de mayores incidencias en la mortalidad de los menores de un año, sobre todo las cardiovasculares.

Destacable, además, la aplicación de suplementos nutricionales a fin de evitar la anemia en las gestantes, y aquellos destinados a los infantes de más de seis meses, sin descartar el empleo del ácido fólico de acuerdo con lo establecido durante el embarazo.

No menos importante la Interacción de la atención primaria y secundaria, el desempeño de los médicos y enfermeras de la familia, y el impacto sobresaliente de la cirugía neonatal del hospital pediátrico universitario José Luis Miranda que ha posibilitado una supervivencia superior al 90 %, con un solo deceso ante complejos casos, así como la sala de terapia intensiva, de dicha institución,  cuyo colectivo mantiene índices encomiables y de países del llamado Primer Mundo.

Se suma a ellos el servicio de perinatología del ginecobstétrico Mariana Grajales, también con resultados excepcionales.

Sin embargo, en la agenda queda pendiente insistir en el uso de los suplementos nutricionales, sin descuidar las acciones en los cuatro municipios con mayores incidencias de malformaciones congénitas (Santa Clara, Placetas, Ranchuelo y Santo Domingo), y el perfeccionamiento de la excelencia del personal vinculado al PAMI en busca de mayores atenciones hacia la mujer y la infancia.

Durante el último decenio la provincia acumula las siguientes tasas: 2002 (4,5), 2003 (5,9), 2004 (4,6), 2005 (4,2), 2006 (4,6), 2007 (5,5), 2008 (3,3), 2009 (4,4), 2010 (2,5), y 2011 (5,7).

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