El calculador mental más rápido del mundo es cubano
Suma los pasos, los escalones, los valores de las barajas, las casillas de un tablero de parchís… Y ahora este joven holguinero suma sus dos Guinness en calendario, en el recién celebrado Campeonato Mundial de Cálculo Mental.
Tal vez lo primero que haga el holguinero Freddis Reyes Hernández al tomar esta edición en sus manos sea contar cuántos vocablos, cuántas líneas, cuántos párrafos tiene esta página.
Para este joven apasionado de los números y del cálculo mental, no sería una proeza irrealizable. Al contrario, sería parte de su rutina diaria en la que es algo habitual sumar los pasos que da, los escalones que sube o baja, los valores de las barajas cuando juega, y las casillas de un tablero de parchís cuando avanza.
Extensas adiciones, obtención de raíces, complejas multiplicaciones y determinación de fechas pasadas o futuras han sido el plato fuerte de sus días desde que en 2006 escuchó la noticia de que el cubano Yusnier Viera había roto dos récords Guinness en el cálculo de fechas.
Impresionado, se propuso superarlo, y aunque desconocía los algoritmos de trabajo para alcanzar su deseo, su empeño, y la confianza de sus amigos, le dieron ánimos.
Al inicio fue un hobby, reconoce, pero luego se convirtió en su «locura». Entrenaba tres o cuatro horas diarias a partir de métodos que fue estudiando poco a poco y solo hablaba de Alberto Coto, Robert Fountain, Matthias Kesselschlägerm y Gert Mitting, sorprendentes genios en este campo.
Se cumple el cálculo
Este año la suerte estuvo de su lado. Se muestra orgulloso y todavía irradia emoción por haber podido participar en el IV Campeonato Mundial de Cálculo Mental, en la ciudad alemana de Magdeburgo, en el que quedó en quinto lugar, rompiendo además dos récords Guinness en la modalidad de calendario.
«En esta competencia ya habían logrado determinar 70 fechas en un minuto en la modalidad de cinco siglos, desde el año 1600 hasta el 2100. En esta ocasión eran cinco fechas más y, cuando las hice, me sobró tiempo. ¿Te imaginas?, hubiera hecho tres o cuatro adicionales, pero el programa no estaba diseñado para eso.
«Ahora creo que tomarán en cuenta esa posibilidad y que la cantidad de fechas aumentará. En la otra modalidad, referida al cálculo de calendario de un siglo, desde el 2000 hasta el 2100, pude superar la marca existente del alemán Jan van Keninsveld, de 20 fechas en 16 segundos con 16 centésimas. Yo las hice en 12 segundos con 72 centésimas, aunque en mis entrenamientos había logrado hacerlas en menos tiempo. Pero la tensión, el cansancio, el nerviosismo no pueden ignorarse, ¿no?», comentó.
Ni siquiera sus padres imaginaron cuán lejos llegaría este joven en su afición por los números. Lo urgente era que lograra trabajar por su sustento, y que si estudiaba, escogiera una carrera que se lo permitiera también.
«Siempre me han gustado los números, y sobre todo, calcular rápido. Quería estudiar Matemática en la universidad, pero mi mamá me quitó la idea. Me decidí por Economía, para luego tener un perfil más amplio de trabajo. Soy una persona muy competitiva, tal vez porque adoro practicar deportes y resultar siempre vencedor. Por eso ante un simple incentivo me impuse desafíos.
«Gran parte del tiempo mientras estudiaba lo dediqué a superar mis propias estadísticas. Estaba obsesionado, por eso pensaban que perdería la razón. Cuando supe que a nivel mundial se celebraban eventos de estas habilidades, mi interés aumentó y el rigor de mis prácticas también. Hace dos años no pude participar por dificultades con los trámites, a pesar de que había sido invitado por el propio patrocinador del evento, Ralf Laue, quien supo de mi trabajo con anterioridad. Pero no me di por vencido y me esforcé para asistir este año», explica Freddis.
—¿Cuán preparado te sentiste en un evento de tal magnitud?
—Yo entrenaba casi diez horas al día y mis registros de cálculos contra tiempo demostraban buenos resultados, en ascenso. Me sentía seguro de mí y de mis capacidades, aunque a partir de ahora entrenaré con mayor rigor. Muchos de los competidores tenían experiencias de los anteriores campeonatos y para mí era la primera vez. Al llegar, llevaba 33 horas sin dormir y el estrés aumentaba a cada minuto.
«Las diferentes modalidades de competencia se desarrollan en dos rondas. En adición, te entregan una hoja con diez conjuntos de diez números de diez dígitos cada uno y debes colocar debajo de cada conjunto el valor de la suma.
«Así sucede con la multiplicación también, diez conjuntos con dos números de ocho dígitos cada uno. Luego debes hallar la raíz de diez números de seis cifras y finalmente determinar qué día de la semana le corresponde a cada una de las 60 fechas que te dan.
«El ganador de cada modalidad competitiva es aquel que haya hecho lo establecido con la menor cantidad de errores en menos tiempo, y el triunfador del campeonato —conocido como el premio Memoriad— es aquel que haya acumulado la mayor cantidad de puntos en todas las competencias, aunque no haya resultado ganador en ninguna.
«La clave del éxito radica en la rapidez de los métodos que emplees, no importa cuáles sean, y en el entrenamiento sistemático. Este año, por ejemplo, la ganadora fue una niña hindú de 11 años, muy inteligente y veloz. Yo estuve a la altura de los que allí asistieron, pero hay gente muy buena y muy bien preparada. No obstante, estoy muy orgulloso de mis resultados».
—A partir del campeonato, ¿te impusiste nuevos retos?
—Por supuesto. Superarme a mí mismo, aumentar mi preparación para alcanzar uno de los primeros lugares en el próximo encuentro, perfeccionar mis métodos de trabajo y estudiar más para salir mejor en las modalidades sorpresas, que aunque están fuera del plato fuerte del evento, exigen conocimientos más amplios de las matemáticas y también otorgan un título. Para mí cada día es una nueva meta, es la posibilidad de ser, numéricamente hablando, billones de veces mejor».
(Con informacion de Ana María Domínguez Cruz. Periódico Juventud Rebelde)
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