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A mi Entender

Strike 3: Sobre convocados y excluidos

3 Julio 2012    

beisbol-cubano1Enigmáticas ausencias e inclusiones de poco calado sazonaron el caldo de la última convocatoria beisbolera del país, que dispone de la friolera de 36 jugadores y, casi seguramente, deberá ser recortada a 24 para el tope contra los universitarios norteamericanos.

Bajo el mando de Víctor -con merecimientos sobrados para el mando-, este grupo se parece bastante al mejor que podemos armar en el país. Cuenta con la mayoría de los fijos -Abreu, Despaigne, Cepeda, Yuliesky…-, aunque eso sí, deja dudas en cuanto al criterio empleado para seleccionar a los demás.

Digamos, no comprendo cómo es posible que en un grupo de cuatro receptores -máxime si Yosvany Alarcón no es elegible por lesión- sea omitido Lorenzo Quintana. A mi juicio, únicamente Yenier Bello y (todavía) Pestano son capaces de reportar más dividendos que el enmascarado pinareño.

Mucho que debatir hay en el infield. El prolongado alejamiento de Olivera ha abierto espacio a la asunción de Juan Carlos Torriente, aunque lo que despierta la atención es el llamado a filas del poco ruidoso y siempre cumplidor Dayán García.

El campo corto es una caja de Pandora. Cuatro hombres lo habitan, y ninguno de ellos es el que, hasta hace muy poco, gozaba de la titularidad. El torpedero del vigente campeón nacional. Usted sabe: Borroto.

Personalmente, Arruebarruena me abre todos y cada uno de los juegos. Sin embargo, no niego que Yorbis puede ser útil (y tranquilizador) en el dugout. Mas esta vez los técnicos decidieron inclinarse por el polifuncional Aledmis Díaz, el ascendente Roberto Carlos Ramírez y el habitualmente preterido Alexander Guerrero.

Mientras, en la inicial hay otra vez lugar para Joan Carlos Pedroso, quien parecía desterrado definitivamente de la escuadra. Y pese a ser admirador confeso del slugger tunero, me cuestiono si era producente prescindir de Malleta, el único zurdo de poder que podría empuñar como emergente.

Lo de la carencia de zurdos es un mal generalizado. De veinte jugadores de posición, apenas dos pueden pararse por el lado izquierdo del home plate. Y eso, porque son ambidextros. Me refiero a Roberto Carlos y Cepeda.

El curtido espirituano figura en un pelotón que agrupa a la crema y la nata del outfield doméstico. Ahí están el poderoso Despaigne, Alexei Bell, un Guillermo Heredia que reclama su puesto regular, y la nueva perla del béisbol cubano, Rusney Castillo.

El sexteto lo completa William Luis, quien ya sabe de preselecciones insulares. Se trata de un muchacho con serias lagunas en el apartado tacto, pero dueño de unas muñecas envidiables. Ahora bien, ¿no habría sido más provechoso apelar a alguna carta de la “mano equivocada”, ya fueran Ariel Sánchez, Irait Chirino, Edilse Silva o Yadiel Hernández? No sé, me parece que sí.

Por último, el pitcheo. El concurrido staff de Víctor tiene a Yadier Pedroso, Vladimir, Odrisamer, Ismel Jiménez, Freddy Asiel, Hinojosa y Lahera. Todos los mosqueteros del cocodrilo verde, habida cuenta de que desconozco si Pedro Luis Lazo sigue estando en el horizonte de los técnicos (No para ahora, que la Liga Mexicana está en transcurso, pero sí para futuros compromisos).

Pues bien, a los referidos lanzadores les han sumado a varios elementos de bullpen, desde el prometedor Millán hasta el flemático Romero, además de dos zurdos: el sempiterno Norberto González y el granmense Leandro Martínez, que brilló en la campaña y le saca partido al pésimo campeonato de Yuliesky González y los problemas físicos de Folch.

¿Por qué no recurrieron a Julio Alfredo Martínez, un siniestro de enormes perspectivas? ¿O a Entenza, entre los pitchers menos “bateables” del país? ¿O, especialmente, al yumurino Jorge Martínez? Por supuesto, cada una de tales ausencias tendrá sus razones. Lo interesante, empero, es saber si serían convincentes o no.

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