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Como ya es tradicional la provincia de Pinar del Río, blanco frecuente de ciclones tropicales, activó con antelación todos los mecanismos para enfrentar del primero de junio al 30 de noviembre la temporada ciclónica.
Si bien es cierto que expertos en meteorología aseguran que la actual no debe ser muy activa, para los vueltabajeros lo más importante es la preparación para enfrentarla, opinión que comparte el meteorólogo Juan Miguel Díaz, del Centro de Pronósticos de Pinar del Río.
“Hay algunos datos que son interesantes. Por ejemplo, la temporada ciclónica del año 2005 fue muy activa, no obstante la provincia no fue impactada por ningún ciclón tropical, sin embargo la del año 1930 donde solo se formaron tres ciclones, uno de ellos extemporáneo, Pinar del Río fue afectada por dos ”, acotó.
Lo cierto es que para asumir la actual temporada ciclónica, Vueltabajo cuenta con un radal automatizado, ubicado en el Cabo de San Antonio, extremo más occidental del país y siete estaciones meteorológicas.
Yosvani Izquierdo, jefe de la ubicada en Paso Real de San Diego, en el municipio pinareño de los Palacios, aseguró que la preparación en esa instalación científica se realiza durante todo el año e incluye la capacitación del personal.
“En estos momentos la estación está capacitando a todo el personal alcanzando el técnico medio en meteorología y eso posibilita una mayor calidad y experiencia en la labor que pueda efectuar el meteorólogo. Además nos preparamos de forma teórica, ejercitamos toda la metodología para tiempo de huracanes, revisamos los grupos especiales, es decir aquellos que conformados por fenómenos extraordinarios que pueden ocurrir de forma inesperada”, destacó.
Otra de las fortalezas locales para enfrentar la actual temporada ciclónica es el estudio de peligro, vulnerabilidad y riesgos que posee la Defensa Civil, una herramienta que incluye dentro de las principales amenazas a los fuertes vientos, las intensas lluvias y las inundaciones costeras por penetraciones del mar, fenómenos que generalmente están asociados a los ciclones tropicales. Este estudio permitirá que los decidores tengan un instrumento en sus manos para saber cómo disminuir los riesgos en cada zona. |
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