Una casa hermosa para los abuelos
Bárbara Fortes
María del Carmen Tirado, está feliz, cumple hoy 74 años, y lo celebrará en la Casa de Abuelos del consejo popular de Villa Alegre, en Sagua la Grande.
“La atención aquí es una maravilla, expresa sonriente, nunca pensé sentirme tan bien, como en familia”.Con tranquilidad puedo tejer y bordar, entre otras labores manuales que me gusta hacer”.
La institución abrió sus puertas el 28 de diciembre de 2004. Ubicada en la calle Roloff ·93, posee muy buenas condiciones estructurales. En estos momentos acoge a 26 adultos mayores entre 65 y 94 años, lo que demuestra la alta tasa de envejecimiento del municipio saguero.
La vida transcurre en armonía y paz, constituyeron el Consejo de Ancianos, su presidenta es Caridad Morales, fundadora de la Casa. Nos cuenta que hacen su matutino cada mañana, leen las noticias más importantes y después hacen ejercicios apropiados para su edad, los que son impartidos por un profesor de educación física.
Estas personas tienen su residencia en el barrio y otros aledaños, como el Reparto 26 de Julio y Pueblo Nuevo, puntualiza la Licenciada en Rehabilitación Social y Ocupacional , Yackelín Díaz Barrios.
Manifiesta su gran satisfacción de trabajar con este sector poblacional que merece las mayores atenciones, provienen de casos con problemas sociales, estados depresivos y sin familiares que los atiendan.
:“Tratamos de ofrecer actividades que ayuden a su recreación, aquí en la Casa, como juegos de mesa, como dominó, disfrutan de las transmisiones de béisbol por radio y televisión. También realizamos paseos por la ciudad al gimnasio al aire libre, museos y excursiones a lugares como el Arcoiris en Santa Clara, donde fuimos el domingo último”.
La alimentación está garantizada, precisa el administrador, Jesús Cabello. Los horarios son inviolables. Los abuelos llegan a partir de las 7 y 30 am, desayunan, a media mañana corresponde la merienda, luego a las 12, el almuerzo, después meriendan y a las 5 de la tarde es la comida. Todo se elabora según las normas dietéticas, con un consumo bajo de sal para estas edades. El personal de cocina posee fogón de gas y refrigerador para la conservación de los productos cárnicos.
Algunos prefieren conversar en el patio, junto al pequeño huerto que ya hicieron para abastecer en alguna medida al comedor y sentirse útiles .Otros como: Ramona Miranda de 94 años y Florentino Reyes de 92, los abuelos de mayor edad, conversan y recuerdan sus años de juventud, ahora con más placer y alegría porque se sienten protegidos en su segunda casa.
Siempre con ese placer de amar y mimar a nuestros abuelos, admirarlos por la experiencia de la vida y el trabajo, ejemplo para continuar adelante, la Casa de Abuelos de Villa Alegre hace honor al nombre de este consejo y realidad las palabras de nuestro Apóstol José Martí:” ¡Ah, qué bien hace el que consuela a los ancianos!
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