Hay ahora mismo otra visita importante en Cuba de la que no se habla
En su discurso de bienvenida al Papa Benedicto XVI, el presidente cubano Raúl Castro se refirió a las acciones de Cuba en beneficio de los más desfavorecidos del planeta: “Varias generaciones de compatriotas se han unido en la lucha por elevados ideales y nobles objetivos. Hemos enfrentado carencias, pero nunca faltado al deber de compartir con los que tienen menos.
“Sólo como demostración de cuánto se podría hacer si prevaleciera la solidaridad, menciono que en la última década, con la ayuda de Cuba se han preparado decenas de miles de médicos de otros países, se ha devuelto o mejorado la visión a 2,2 millones de personas de bajos ingresos y se ha contribuido a enseñar a leer y escribir a 5,8 millones de analfabetos. Puedo asegurarle que, dentro de las modestas posibilidades de que disponemos, nuestra cooperación internacional continuará.”
Casualmente, ayer también llegó a Cuba la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, quien presidirá aquí la reunión interna del grupo de políticas globales del organismo internacional que se realiza por primera vez en la región de las Américas. Se reporta en la prensa cubana que con anterioridad a la llegada de Chan, el subdirector general de la OMS, Anarfi Asamoa-Baah, significó que Cuba tiene mucho que enseñar y destacó que los niveles de salud para su pueblo y para el mundo son muy altos. Asamoa-Baah ponderó lo logrado pese a las limitaciones económicas impuestas por el bloqueo de Estados Unidos hacia la Isla y ejemplificó la accesibilidad a los servicios de toda la población, de forma totalmente gratuita y con alta tecnología.
Por su parte, en palabras recogidas por la Televisión cubana, Chan calificó de envidiable el sistema de salud cubano y elogió el enfoque internacionalista y la formación de recursos humanos a diversos pueblos, “lo cual ha propiciado elevar los indicadores sanitarios “.
A la señora Chan no la esperaba la nube de camarógrafos que el pasado domingo -en la absoluta tranquilidad de las calles habaneras- medía cada suspiro de las llamadas “Damas de blanco” que, como prueban documentos revelados por Wikileaks censurados por la gran prensa, son pagadas por el gobierno norteamericano para legitimar su política de agresiones y bloqueo contra Cuba. Las palabras de los ejecutivos de la OMS, que tanto tienen que ver con el bienestar actual y futuro de miles de millones de seres humanos en el planeta, han sido ignoradas por los grandes medios de comunicación que han enviado a Cuba más de 800 periodistas por estos días.
“Catorce años después que el Papa Juan Pablo II nos visitara, el bloqueo económico, político y mediático contra Cuba persiste e, incluso, se ha endurecido en el sector financiero. Como aparece en el memorando norteamericano del 6 de abril de 1960, desclasificado décadas después, su objetivo sigue siendo (cito) “… causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”", decía ayer el presidente cubano, y pienso que si esa criminal política se mantiene es, entre otras cosas, por la complicidad de quienes se niegan a hablar de ella y de los resultados que, a pesar de eso, ha alcanzado el pueblo cubano para sí y para el mundo.
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