Una cubana padece extraña enfermedad que provoca lágrimas de sangre
¿Puede alguien llorar, literalmente, lágrimas de sangre? Sí, el síndrome de Gardner-Diamond provoca esta dolencia y en Cuba se diagnosticó a Bárbara Trujillo Sánchez, único caso en el país desde hace más de 20 años.
“Yo estaba limpiando cuando, de momento, me corrió algo por la cara, al ver que era sangre fui al medico y después de muchos estudios me diagnosticaron el síndrome. Es realmente muy difícil convivir con él: es incómodo, me impide hacer las tareas más sencillas de la casa y la gente constantemente me para en la calle”, manifestó.
La también llamada Púrpura Psicogénica, incide en los enfermos de dos formas fundamentales: una, mediante lesiones o moretones en las extremidades inferiores, abdomen o rostro, y la otra, por la emanación involuntaria de lágrimas teñidas de sangre, lo que constituye el principal síntoma para detectar el padecimiento.
La patología tiene origen desconocido, solo se conoce que la mayoría de los casos son mujeres con registros de diversos episodios de sangrado por las fosas nasales y vías gastrointestinales.
“Esta condición es muy infrecuente, tanto, que médicos de otros países se han comunicado conmigo para profundizar sobre el caso cubano por la ausencia de pacientes de este tipo en su área”, declaró la doctora Daisy Wainshtok Tomas, especialista en primer grado de Medicina Interna del Hospital Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez, de La Habana.
“La causa del síndrome es la sensibilización al estroma de los eritrocitos del paciente (los anticuerpos contra los glóbulos blancos del propio individuo). Aunque no tiene cura conocida, la enfermedad es benigna y se han reportado solo casos muy aislados de mortalidad por ella”, agregó.
En Cuba se conoció un caso a principios de los años 50 y otro en los 80 del pasado siglo, ambas mujeres. En un contexto anterior al triunfo de la Revolución, la primera, en el poblado de Tumbadero de Güira de Melena, se vio obligada a realizar un peregrinaje por el país seguida de fanáticos y curiosos que la asociaban con las marcas de Cristo en la cruz.
(Con información de Yunior Smith Rodríguez, publicado en CubaDebate)
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