Loable propósito ese de la ONU que, sin embargo, no ha tenido desde entonces una respuesta positiva pues desde 1992 hasta nuestros días es decir, 19 años, el número de pobres aumentó hasta más de MIL 500 MILLONES de personas viviendo ya en la pobreza extrema y casi DOS MIL MILONES en los límites de caer en esta y pasar a la indigencia.
Pero lo más triste de todo es que como consecuencia de la pobreza extrema mueren cada año unos 400 MIL niños de enfermedades asociadas a las condiciones antihigiénicas de vida como la malaria, la tuberculosis, el tifus, la diarrea, el VIH/SIDA y otras a la que habría de sumar la de inanición, es decir fallecimiento por hambre.
En el año 2000, organizada por Naciones Unidas, se celebró la Cumbre del Milenio, con la participación de todos los Jefes de Estado, Gobiernos, o sus representantes de todo el mundo, donde se estableció el compromiso de antes del año 2015, erradicar la pobreza extrema a la mitad de la existente entonces, que era de unos 1500 millones de personas.
Diez años después de esa Cumbre, puede decirse en relación con el cumplimiento de ese objetivo fundamental, ésta ha sido una década perdida porque como expresara un alto funcionario de la ONU: “Los Objetivos del Desarrollo del Milenio han sido útiles para movilizar dinero y energías, pero solo atacan los síntomas de la pobreza (…) e ignoran las causas más profundas del subdesarrollo y del hambre”
En breves días el mundo llegará a los 7 000 millones de habitantes, el 80 por ciento de los cuales vive en los países en desarrollo o pobres que no son responsables sino víctimas de las consecuencias del modelo irracional e insostenible de consumo, de la explotación, de la especulación y de la corrupción de las economías industrializadas, que hunden cada vez más en el lodo a las naciones del tercer mundo, mientras gastan sumas incalculables en presupuestos militares y lujos.
En la lucha contra la pobreza y la indigencia tenemos que unirnos todos los países ricos y los pobres en una estrecha alianza que permita erradicar del planeta ese flagelo. De no ser así, el 2015, meta para erradicar a la mitad la pobreza pasará a la historia como el año del gran fracaso y en ello todos seremos grandes culpables.
Margarita Piedra
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