30 de septiembre de 2011, Luis Manuel Arce Panamá (PL) La capital istmeña está siendo invadida por miles de personas que participarán en la Conferencia Intersesional de Cambio Climático, preparatoria de la Cumbre de Durban y convocada por Naciones Unidas del 1 al 7 de octubre.
La reunión, que atraerá a cinco mil delegados de 194 países y a la Unión Europea como parte del Protocolo de Kyoto, se realizará en el Centro de Convenciones Atlapa, el cual ha quedado pequeño ante la magnitud del evento y han tenido que ser habilitadas áreas de reuniones del aledaño hotel Sheraton.
El cónclave lo organiza y dirige Naciones Unidas, y Panamá es solamente sede, pero todo el trabajo y la logística corren por el país anfitrión que tiene que dejar listo en siete días un recinto que acaba de ser teatro de tres expoferias seguidas y debe ser totalmente renovado.
De allí que de los 5,7 millones de dólares estimados en gastos, casi cuatro millones se consuman en las obras de remodelación que se realizan a toda marcha desde el lunes 26, mientras llegan a Panamá las avanzadas de las comisiones de organización y ejecutivas para no perder ni un solo minuto del tiempo programado.
La cuestión radica en que de la Intersesional de Panamá tienen que salir ya estructurados los compromisos que garanticen un éxito en las negociaciones de Durban para la consecución de un acuerdo global post Protocolo de Kyoto, que ya caduca.
En ese sentido, Panamá no es un simple paso intermedio entre las rondas de negociaciones que se realizaron recientemente en Bonn, Alemania, donde se avanzó bastante en las agendas de trabajo pendientes, y la cumbre de Sudáfrica.
La Intersesional es, antes que todo, el escenario en el que se deben acercar las posiciones entre naciones desarrolladas que han incumplido sistemáticamente el Protocolo de Kyoto y han seguido contaminando el planeta, y quienes han sido de alguna manera victimas de un maltrato al entorno que está poniendo en riesgo la supervivencia del hombre como especie.
En Panamá se intentará de nuevo buscar entendimientos para garantizar y consolidar una voluntad política muy débil hasta ahora, avanzar en los aspectos técnicos de las agendas y progresar de manera positiva en el camino hacia Durban.
La convocatoria reunirá a representantes de las 194 naciones que forman parte de ese convenio y la Unión Europea, en su condición también de firmante del protocolo, y su magnitud se puede medir por el dato curioso de que el Secretariado de la ONU que coordina el desarrollo de la reunión está integrado por 400 personas.
De ahí que la Secretaría General hará un gasto adicional de dos millones de dólares para cubrir egresos propios de traslado y viáticos, servicios de traducción, personal de seguridad, apoyo a países en desarrollo en pasajes, alimentos y otros.
Según las estimaciones, serán contratadas en todos los hoteles de la ciudad habitaciones por un equivalente a 35 mil noches, un abarrotamiento casi total de las capacidades capitalinas, y los gastos en los que incurrirán los participantes se calculan entre 14 y 18 millones de dólares.
En la reunión de Bonn, se adelantaron algunos aspectos de la agenda panameña, como, por ejemplo, la necesidad de hacer operativos los mecanismos derivados de la Cumbre de Cancún con avances en la construcción del Marco de Adaptación, el Centro y la Red de Tecnología Climática y el Fondo Verde.
También se planteó terminar de definir o avanzar lo más posible en Panamá en un sistema de Medición, Reporte y Verificación, conocido por sus siglas MRV, y avanzar en la discusión de la forma legal del Acuerdo Climático Post 2012, entre otros.
Aunque todavía en Panamá no hay voceros visibles de la Intersesional, medios cercanos a los anfitriones de la Autoridad Nacional del Medio Ambiente señalan que ya se cuenta con avances en temas como protección de los bosques, mercados de carbono y la formación del Fondo Verde para apoyar los esfuerzos sobre adaptación y reducción de emisiones en los estados en desarrollo.
Catherine Potvin, científica asociada del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y asesora de la estatal Autoridad Nacional de Ambiente sobre cambio climático, expresó que la reunión sesionará en dos grupos de trabajo principales.
Ambos, declaró, buscarán una solución para reemplazar el Protocolo de Kyoto, acuerdo internacional sobre la reducción de los gases de efecto invernadero, cuya vigencia concluye en 2012, y sobre todo para saber cuál será el compromiso de reducción que podrán aceptar las naciones.
En una reciente reunión con la prensa extranjera, el ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, Roberto Henríquez, dijo que durante la Conferencia se reunirán el Grupo de Trabajo Especial sobre Futuros Compromisos de las Partes Anexo I al Protocolo de Kyoto.
También lo hará el Grupo de Trabajo Especial sobre la Cooperación a Largo Plazo de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Esos grupos de trabajo, explicó, deben avanzar en las modalidades de un segundo período de compromiso de reducción de emisiones de carbono de los países desarrollados, parte del Protocolo de Kyoto, cuyo primer período finaliza en el 2012.
Tales avances deben darse en la completa ejecución de la Convención Marco mediante mecanismos de cooperación a largo plazo que permitan estabilizar la temperatura global del planeta y reducir la cantidad de emisiones, precisó.
Paralelamente, durante los dos primeros días de la Intersesional, el contestatario Foro Alternativo sobre Cambio Climático realizará un encuentro en el Campus de la Universidad de Panamá.
Están invitados representantes de la sociedad civil, organizaciones de mujeres, campesinos, indígenas, afrodescendientes y ecologistas de Mesoamérica y otros puntos del mundo, y sus conclusiones esperan poder entregarlas a los representantes de la ONU para que sean tomadas en cuenta en la cumbre de Durban.
El reto está planteado, pero no lo es solamente para los obreros que tienen que reformar casi de la noche a la mañana el Centro de Convenciones de Atlapa, sino para esas cinco mil personas que tienen en sus manos una responsabilidad muy grande: aunar voluntades políticas para salvar la Madre Tierra.
* Corresponsal de Prensa Latina en Panamá. |
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